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El director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, anunció que no ve motivos para estar preocupados por los problemas fiscales de Hungría, aunque tildó la situación de difícil.

Crisis europea: falsedad en cifras

El nuevo gobierno húngaro, de corte conservador, dijo que la anterior administración -de izquierda- habría escondido las verdaderas cifras, según las cuales el déficit de ese país europeo sería superior al declarado.

11 de junio de 2010

Durante las próximas semanas serán reveladas las cifras de la economía de Hungría por el nuevo gobierno de ese país. De acuerdo con uno de los voceros oficiales del actual gobierno, "la economía de Hungría está en una situación grave". En los próximos días se conocerá con exactitud la magnitud del problema, pues se espera que su déficit fiscal sea mayor al esperado e, incluso, insostenible, lo que podría generar una posible situación de incumplimiento de su deuda.

Esto ha provocado que los mercados húngaros hayan evidenciado una caída pronunciada al cierre de la primera semana de junio, ante el temor de que el déficit fiscal pueda ser insostenible, una situación similar a la que se ha presentado recientemente en Grecia y que preocupa a España, Portugal, Irlanda e Italia.

De hecho, el portavoz del Primer Ministro húngaro respaldó la opinión de que su país tenía solo una pequeña posibilidad de evitar una crisis de deuda al estilo de Grecia. El nuevo gobierno dijo que muy pronto anunciaría un plan de acción para enfrentar los problemas de la economía, después de que publique las cifras sobre el estado 'real' del Presupuesto de 2010, a mediados de junio.

Según Gyorgy Matolcsy, ministro de Economía húngaro, en declaraciones a la prensa el pasado 7 de junio, la meta que mantendrá Hungría durante 2010 será ubicar al déficit público en un margen de 3,8% del PIB. Así mismo, en una entrevista con la cadena CNBC, Matolcsy señaló que desde ninguna perspectiva su país es Grecia, ni tiene los problemas económicos de naciones como España, Italia e Irlanda.

El directivo húngaro destacó que su país se encuentra elaborando un plan de recorte del gasto público e incremento de ingresos que los ayudará a salir adelante poco a poco. Las medidas del gobierno húngaro deberán mejorar el balance de las finanzas de 1% a 1,5% del PIB, señaló Matolcsy.

Dijo además que para fines de mayo el déficit había alcanzado 87% de la meta para el año completo, pero prometió que el gobierno mantendría la deuda bajo control. Si bien afirmó que no había necesidad de un paquete de austeridad, el tener un paquete de estímulo fiscal no es una opción en este momento.

Entretanto, los mercados y los inversores no tienen certeza sobre el contenido del plan gubernamental y exigieron claridad sobre las posibles medidas. Por ello, ha retornado la preocupación en los mercados internacionales, motivada por la crisis fiscal en la zona europea. Esta vez la desfavorable situación de la economía húngara evidencia la dispersión de los problemas fiscales a lo largo de la Unión Europea, causando el regreso del nerviosismo y la incertidumbre, e influenciando las caídas en las bolsas de Europa y de los mercados de Norteamérica.

El mercado accionario estadounidense, por su parte, mostró fuertes desvalorizaciones, borrando las ganancias de las dos sesiones anteriores, y llevó los índices Dow Jones y Standard & Poors 500 a caídas de -3,15% y -3,44%, respectivamente, donde la descomposición del S&P muestra que los sectores con más depreciaciones fueron el industrial (-4,52%) y el de materiales básicos (-4,26%).

Por su parte, la Bolsa de Valores de Colombia también se vio contagiada por el negativismo global, lo cual llevó a las acciones a presentar desvalorizaciones, aunque con variaciones menores en comparación con los índices externos. Así, el IGBC finalizó la primera semana de junio en 12.222 puntos, con un bajo volumen negociado durante la sesión.

El euro no para su caída

Al inicio de la semana del 7 de junio, las cosas no parecían mejorar. Las principales bolsas de valores de Europa cerraron sus operaciones con pérdidas, ante el temor de una nueva crisis de deuda en el continente. A ese factor se sumó la caída del euro frente al dólar, al llegarse a cotizar en 1,19 dólares a lo largo de la mañana del lunes 7, su nivel más bajo desde noviembre de 2005.

El Banco Central Europeo (BCE) reaccionó a la brusquedad de los movimientos bajistas en las bolsas y en el precio del euro frente al dólar y fijó la cotización oficial del euro frente al dólar en 1,19 una caída de 0,83%, respecto a su cotización del viernes anterior, de 1,21 dólares por unidad.

Es realmente preocupante para la economía global que la moneda europea se encuentre en su peor nivel en lo que va de este año, en el que acumula una depreciación de 16,37%. La continuación del nerviosismo sobre los déficits fiscales de los países de la zona euro está haciendo que los inversionistas renuncien a sus posiciones en euros para refugiarse en monedas más seguras como el franco suizo y el yen.

Las reacciones no tardaron en producirse y el jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) y los ministros de Finanzas de la zona euro anunciaron que no ven motivos para estar preocupados por los problemas fiscales de Hungría, aunque tildaron la situación de difícil, según dijo en una rueda de prensa, el pasado lunes 7 de junio, el director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, tras reunirse con los ministros de Finanzas de los 16 países de la zona euro. Según Strauss-Kahn, el FMI está listo para reunirse con el nuevo gobierno de centroderecha de Hungría, en caso de que Budapest lo solicite, antes de las discusiones formales de agosto, en las que se analizará el programa del FMI para el país.

Cabe recordar que un desplome de su moneda, después de la erupción de la crisis financiera global de 2008, forzó a Hungría a pedir un paquete de rescate por US$25.000 millones de la Unión Europea y el FMI para evitar un colapso económico. Desde entonces, Budapest ha dejado de recurrir a fondos de rescate. "Por nuestra parte, estamos listos; depende del gobierno húngaro. No veo razones por las que esto no pueda suceder", afirmó el director del FMI.

Por su parte, varios miembros de la zona euro están minimizando los temores de los mercados sobre Hungría, señalando que los problemas de Budapest no amenazan la zona monetaria. "No veo ningún problema con Hungría. Solo veo el problema de que algunos de sus principales políticos hablan demasiado", sostuvo Jean-Claude Juncker, presidente de la reunión de los Ministros de Finanzas de la zona euro, el pasado 7 de junio ante la prensa europea.