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Actualmente en Colombia se destinan 123.000 hectáreas para la siembra de este producto en nueve departamentos. | Foto: Archivo

Agronegocios

No les entra la papa a los menores de 30

De acuerdo a la Federación Nacional de Papicultores de Colombia, el consumo del tubérculo se ha disminuido por falsas campañas que desprestigian la papa y la señalan de ser un alimento negativo para la salud. Ni hablar de las dietas.

21 de noviembre de 2014

La papa es un tubérculo que históricamente ha primado en la canasta familiar de los colombianos, acompañando los platos en las mesas de las familias de todos los estratos y regiones del país.

Actualmente se destinan 123.000 hectáreas para la siembra de este producto en nueve departamentos del territorio nacional entre los que se destacan Cundinamarca, Boyacá, Nariño y Antioquia, debido a que en estas zonas se concentra el 80% de la producción, seguido de los Santanderes, Cauca, Tolima y Caldas.

En diálogo con Dinero, el Gerente de la Federación Nacional de Papicultores, José Manuel García, explicó detalles del sector que busca tecnificar y potencializar a los productores nacionales que en gran medida se encuentran divididos, desinformados y con falta de instrucciones para poder funcionar asociativamente.

“Trabajamos para lograr una tecnificación con una productores de tenencia de 1 y 2 hectáreas y buscamos elevar grados de asociatividad, escuelas de campo, perfeccionar esquema productivo, centros de agregación de valor, etc…”, explicó.

¿Cuál es el estimativo para la producción de papa en el año 2014?

La producción disminuirá en comparación con la que se registró en 2013 cuando el registró se ubicó en 2.800.000 toneladas. Para el año en curso esperamos que la producción llegue a 2.700.000 toneladas y se mantenga en ese orden para 2015.

¿Si hay menor oferta del tubérculo, podríamos asociar el fenómeno con una menor demanda?

En parte sí, pues infortunadamente, a través de campañas de desprestigio se ha tachado a la papa de ser un producto dañino para la salud, motivo por el cual hemos comprobado que los colombianos menores de 30 años no están comiendo este producto tradicional en la cocina y la mesa nacional. En consecuencia, estamos trabajando de la mano de nutricionistas y médicos para demostrar que las teorías que atacan al producto son erróneas.

¿Qué impacto han tenido las lluvias y sequías registradas en los últimos meses?

Estamos en condiciones climáticas extremas, pues dos semanas de sol, acaban con las reservas hídricas necesarias para la producción sana del producto. A su vez, el mismo periodo de lluvias, inunda los cultivos. Sin embargo tenemos que reconocer que en el segundo de los casos, las condiciones resultan favorables para la producción pues el agua es amiga de una mayor productividad.

¿Cuál es la condición financiera de los productores de papa en Colombia?

Infortunadamente los productores de papa del país no son sujetos de crédito, lo cual dificulta el desarrollo y tecnificación de los cultivos. Las exigencias de la banca son muy complejas y la mayoría de los campesinos cuentan con pequeñas parcelas de las cuales en muchas ocasiones no llegan a ser ni siquiera propietarios.

¿Qué gestiones se adelantan para corregir esa situación?

Adelantamos la creación de un crédito rotativo con el Banco Agrario, mientras que estructuramos un proyecto piloto basado en una tarjeta para la adquisición de insumos en los municipios de Zipaquira y Villa Pinzón, para evaluar la receptividad de los beneficiarios que podrían llegar a los 12.000.

¿Actualmente cual el consumo percapita de papa en el país?

Deberíamos tener un consumo actual de 100 kilogramos percapita al igual que Perú. Hace 10 años el consumo de papa era de 75 kilogramos, sin embargo, ahora el dato es de tan solo 61 kilogramos percapita por el fenómeno anteriormente explicado que buscamos contrarrestar con una estrategia de promoción con la Andi, Cotelco, y todos los actores involucrados en la producción.

¿Cuántos tipos de papa existen en el país?

El país cuenta con 100 variedades de papa entre las cuales figuran estas cinco clases: Parda, pastusa, criolla, Zafiro, Amarengo y tuquerreña. Sin embargo, hay una serie de variedades que igualmente cuentan con gran respaldo y reputación entre los consumidores por su sabor y calidad.

Los productores solicitarán al Goiberno apoyo con su estrategia de producción que garantice estándares de demanda más altos y sostenibles en el mediano y corto plazo.