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"La sostenibilidad en la construcción no se limita a reducir la huella de carbono y el consumo de recursos, sino que significa una visión más comprehensiva de las prioridades ambientales, sociales y económicas de una región en particular, con el fin de atender sus necesidades prioritarias" Directora Ejecutiva del CCCS.

Construcción sostenible, un negocio de diseño y ecología

Recientemente se declaró que en Colombia ya existe el primer edificio que reduce su huella de carbono, y aunque el país hasta ahora está entrando en la ‘onda ecológica’, hay grandes propuestas que buscan viabilidad para su desarrollo.

19 de septiembre de 2010

Nuevos materiales y diseños permiten que edificios y casas sean ecológicamente sostenibles. En Colombia hay 27 proyectos que están a la espera de la certificación LEED (Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible). Ubicados en Bogotá, Bucaramanga, Guarne, Barranquilla, Medellín, Sopó, Sabaneta, Cartagena y Cota, el 15% de los proyectos están diseñados para oficinas del sector privado, 2% para oficinas del sector público, 2% para hoteles, 2% logística, 1% colegios, 1% centros de salud, 1% estación de metro y 3% sin especificar.

El 12 de agosto la sede de Novartis Colombia en Bogotá fue la primera construcción sostenible del país en recibir la certificación LEED, otorgada por el Consejo de construcción sostenible de Estados Unidos. ¿Qué tiene de innovador esta construcción? El diseño fue hecho para que el edificio contara con ahorro de iluminación y de energía, basado en un concepto de arquitectura bioclimática que hace que tenga un sistema de ventilación natural y una temperatura que oscila entre los 18 y 22 grados centígrados, también los aparatos sanitarios cuentan con un suministro de agua proveniente de un tanque de aguas lluvias. Éstas entre algunas otras innovaciones ecológicas y arquitectónicas.

La construcción sostenible es la combinación de materiales con procesos de producción limpia (es decir, que reducen los consumos de energía y agua, así como la generación de desechos y desperdicios), y diseños que aprovechan al máximo las condiciones naturales en los espacios, como luz y ventilación. También se utilizan la mayor cantidad de materiales locales posibles, para disminuir la contaminación que se genera en los procesos de transporte.

Colombia, México, Brasil y Argentina son líderes en sostenibilidad de construcciones en América Latina. Los beneficios económicos de este tipo de proyectos se ven reflejados en “reducciones en los costos de operación, incrementos en la valorización del inmueble, mayores tasas de ocupación en arriendo, e incrementos en el retorno de la inversión. Por lo tanto, casi sin excepción, todas las grandes corporaciones en el mundo están incluyendo como política de responsabilidad social migrar hacia edificaciones sostenibles, las cuales mejoran el desempeño económico de toda su operación y aportan en la reducción de la huella ambiental del sector como un todo” dijo Cristina Gamboa, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS).

Los beneficios sociales se refieren a la adecuada provisión de espacios públicos, prioridad en movilidad, mezcla de usos que conlleva una mejor dinámica urbana y en términos de vivienda hay una mejor calidad de vida y capacidad de pago.

Y los ambientales están asociados a un menor consumo de energía y agua, menores emisiones de CO2, disminución en la generación de escombros, y mejores ambientes interiores y calidad de vida.

Los costos de este tipo de construcción frente a los normales son un poco más elevados pero, esa “es una diferencia que tiende a reducirse con el paso del tiempo. Esto ocurre en la medida que se desarrollan el mercado de proveedores, materiales y profesionales capacitados. Por ejemplo, hay varios estudios que muestran de forma clara que en Estados Unidos no hay diferencias significativas entre los costos de los edificios certificados y los no certificados, puesto que el mercado ya surtió la curva de aprendizaje y ya conoce cómo construir de forma sostenible sin entrar en el terreno de los sobrecostos”, explica Gamboa.

Después de 27 proyectos que ya están adelantados, ¿se necesitan incentivos del Gobierno? Gamboa dice que sí. Que se requiere la formulación de una política pública que sea coherente con las iniciativas que existen de fomento de la sostenibilidad en el sector de la construcción y el desarrollo urbano.

 

“Otros países que ya cuentan con normativas que promueven la construcción sostenible iniciaron este proceso con la creación de incentivos de diversa índole –tanto para la oferta como para la demanda–, con el fin de visibilizar y evidenciar las ventajas de esta nueva manera de aproximarse a los proyectos de construcción. Una vez fueron claros todos los beneficios, sí se entró en una etapa de reglamentación obligatoria. Por lo tanto, consideramos que es a través de un trabajo conjunto entre los sectores público y privado que verdaderamente se podrá contar con un desarrollo urbano y unos espacios construidos de forma realmente sostenible”, termina.

Sobre el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible

El CCCS nace en 2008 como una organización que incentiva la sostenibilidad en el sector de construcción en Colombia, a el se encuentran adscritas 120 empresas en el país, de las cuales 28 son contratistas y constructores (la categoría más representativa dentro de los miembros).