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Consecuencias de la guerra

Comienzan los efectos de la crisis iraquí en los mercados y el nuevo choque petrolero en el mundo. El impacto sobre Colombia será importante.

21 de marzo de 2003

La crisis iraquí y el ultimátum del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a Saddam Hussein disparó inesperadamente los mercados de valores del mundo. Pero este rally bursátil deberá tener corta duración. Una vez sobrepasado el riesgo geopolítico y la incertidumbre de guerra, hay preocupación pues las deficiencias estructurales de Estados Unidos pueden impedir alcanzar unas tasas de crecimiento superiores a las actuales. También hay expectativa por la forma que tomará el nuevo choque petrolero.

En esta nueva coyuntura, Colombia sufrirá tres efectos principales: uno sobre el desempeño exportador, otro sobre los precios de la gasolina y un tercero en el plano fiscal. Colombia y la economía mundial atraviesan tiempos difíciles.



Repunte en los mercados

Ante la claridad de una nueva guerra en el Golfo Pérsico y la esperanza de que sea corta y efectiva, los inversionistas apostaron fuertemente a que cuando termine la guerra se presentará una vigorosa recuperación de los mercados financieros. Este rally, sin embargo, será corto.

No hay certeza de que Estados Unidos, la principal economía mundial, esté en condiciones de beneficiarse de un eventual rebote al terminar la guerra. La economía de Estados Unidos todavía enfrenta graves excesos de capacidad instalada, altos niveles de deuda de las empresas y los hogares, y una demanda mundial debilitada por el bajo crecimiento.

El panorama se agrava si se considera que los elevados precios del petróleo ya están infligiendo daños profundos al ritmo de actividad económica de Estados Unidos y de los grandes importadores del crudo. Esta situación dilatará, una vez más, el tan esperado repunte de la locomotora del crecimiento mundial y el del resto del planeta. Ahora se espera que Estados Unidos mejore su desempeño a mediados de 2003.



El nuevo choque petrolero

¿Qué tanto más pueden dispararse los precios del petróleo y hasta dónde podría afectarse el mundo con el nuevo choque petrolero? ¿Cuáles serán los impactos en Colombia?

El referente histórico más cercano a la situación actual es la Guerra del Golfo de hace 10 años. En ese momento, los precios del crudo repuntaron a US$55 por barril antes de que la coalición internacional entrara a sacar a Hussein, y luego cayeron rápido, casi a la mitad. Este aumento en el precio del petróleo y su posterior colapso seguramente volverán a presentarse con la nueva guerra. El pico dependerá de si los árabes hacen o no un boicot en contra de Estados Unidos por su unilateralismo. Pero está claro que el precio no podrá caer mucho.

En primer lugar, hay una diferencia fundamental frente a 1991 respecto a las reservas mundiales de petróleo. Ante la menor producción y exportación por parte de Venezuela, la OPEP, el cartel de productores, tuvo que incrementar su producción en 6% en febrero. Esto ha limitado la capacidad de respuesta del mercado de petróleo, que hoy puede aumentar su producción en 2,5 millones de barriles diarios para contener los precios, cerca de la mitad del apoyo que se podía esperar hace 10 años.

En segundo lugar, las reservas de los países importadores están mucho más bajas que en 1991. Si bien Estados Unidos anunció que está dispuesto a utilizar las reservas que considera estratégicas, la elevada demanda por combustible, producto del largo y severo invierno, evitará que esta intervención reduzca sustancialmente los precios.

Respecto a Colombia, se esperan tres impactos principales. Primero, la demora en la recuperación económica mundial, en particular de la demanda de Estados Unidos, continuará afectando el desempeño de nuestras exportaciones. Esta es una mala noticia considerando que la crisis venezolana se ha extendido mucho más allá de lo que se esperaba en un principio. Dinero estima que las exportaciones totales podrían aumentar apenas 2,5% nominal en 2003.

En segunda instancia, el precio de la gasolina tenderá a aumentar en el país, en gran medida porque las importaciones del combustible podrán aumentar este año. La razón es que la caída en la producción venezolana condujo a una reducción del contrabando hacia Colombia, lo cual incrementó la demanda legal en 14% solo en diciembre de 2002. Se estima que la capacidad de refinación de Ecopetrol no es suficiente para cubrirla. El precio y la inflación aumentarían, pero Ecopetrol decidió que subsidiará el precio si este aumenta más allá de US$23,70 por barril para el WTI, de referencia para Colombia.

Por último, por el lado positivo, el disparo en el precio del petróleo favorece las finanzas públicas del país, pues las cuentas gruesas dan que por cada dólar de aumento en el precio del crudo, el Estado colombiano recibe cerca de $181.000 millones en ingresos netos, de los cuales $100.000 millones van al Fondo de Estabilización Petrolera (FAEP) y el resto a los departamentos y municipios, al gobierno central y Ecopetrol. Los ingresos adicionales son considerables, teniendo en cuenta que el gobierno en el Plan Financiero de 2003 utilizó como supuesto un precio de US$23,70. Por tanto, las arcas del Estado podrían recibir cerca de $780.000 millones adicionales en el primer semestre del año si el precio del petróleo se mantiene en promedio en US$28 por barril. Sin embargo, este valor se verá reducido por los mayores subsidios del Estado.

La situación generada a partir de la crisis iraquí es mucho más difícil de lo que muchos han estimado. En los próximos meses, cabe esperar que la recuperación vigorosa de la economía mundial sea difícil, aun si el conflicto es breve.