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En términos de la capacidad de pago del país, el déficit de cuenta corriente sigue siendo alto.

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¿Está Colombia realizando el aterrizaje suave ante su nueva realidad económica?

¿Qué tanto más se requiere que haga el Banco de la República o el Ministerio de Hacienda? Diálogo con Mauricio Hernandez, economista senior del BBVA.

Daniel Niño Tarazona
12 de octubre de 2015

Cuando el Banco de la República entregó las estadísticas de la balanza de pagos del segundo trimestre de 2015 hizo énfasis en que una proporción importante del mayor déficit de cuenta corriente como porcentaje del PIB se explicaba por el efecto del menor tamaño del PIB medido en dólares. Mauricio Hernandez, economista senior de BBVA Research, indica además que el déficit de cuenta corriente muestra que la economía colombiana está realizando el ajuste económico necesario para que sea ordenado y suave en lugar de intempestivo y forzoso.

En términos de la capacidad de pago del país, el déficit de cuenta corriente sigue siendo alto. Sin embargo, Hernandez señala que se moderó en el segundo trimestre frente al primero de este año y frente al último del año pasado. 

“Desde diciembre de 2014 hemos visto el ajuste sobre todo en importaciones, en bienes durables, en donde cuentan particularmente las importaciones de vehículos y de electrodomésticos, en menor medida. Eso lo puede comparar con la demanda interna de consumo, donde esos son los que más se han venido desacelerando como una respuesta racional de los agentes económicos a las condiciones cambiantes de la economía y también como respuesta a los precios relativos en términos de bienes importados y producidos internamente” –Mauricio Hernandez, Economista Senior de BBVA Research.

Las cifras del Banco de la República indican que el déficit de bienes entre exportaciones e importaciones registradas en la balanza de pagos, pasó de US$3.389 millones en el último trimestre de 2014 a US$2.403 millones en el segundo trimestre de 2015. La caída en las cifras se explica por un monto menor en importaciones del 26,4% al tiempo que el de exportaciones disminuyó 23%.

El déficit de cuenta corriente es menor en US$2.026 millones y un 87% se explica por la menor cuantía deficitaria de la balanza de bienes y servicios. Pero Hernandez reconoce que la caída del consumo de bienes durables es solo un aspecto del ajuste.  “Aún es pronto para decir que se está dando una sustitución de importaciones” señala. 

También están cayendo las importaciones de bienes intermedios y de bienes de capital. Aunque BBVA sugiere que los hogares son quienes más rápido se ajustan a las nuevas realidades, los datos de crecimiento del primer semestre indican que han sido las empresas y el gobierno a través de un menor crecimiento del gasto y de la inversión los que más explican la desaceleración de la economía.

Tal vez por lo mismo y a raíz de la caída de los términos de intercambio, Hernandez señala que “el crecimiento potencial de la economía se encuentra ahora en un rango 3,6% y 3,8%”. De realizarse la inversión de la infraestructura de 4G, el experto señala que podría subir a 4% en 2018 y 4,4% en 2021. 

Otro aspecto importante es que el giro al exterior de utilidades de empresas extranjeras disminuye casi 20% este año. Si bien Hernandez atribuye una parte importante a que con los menores precios de materias primas disminuyen las utilidades disponibles para girar al exterior, también es claro que la inversión extranjera directa aumenta 13,3% en la balanza de pagos. Su mejor desempeño frente la balanza cambiaria podría explicarse por una mayor re-inversión de utilidades y dividendos en Colombia de las multinacionales. 

Uno de los aspectos del ajuste ordenado según Mauricio Hernandez es que si la construcción no estuviera con la actividad y vitalidad que ha mostrado la economía estaría experimentando un ajuste más severo. “Mientras la demanda interna crecía el año pasado al 6,4%, en el segundo trimestre crece al 2,5%, incluso con una crecimiento de la construcción del 8%. Es decir, hubiera sido muy inferior si quitáramos la construcción de las mediciones”. 

Aunque la economía se está ajustando, el déficit de cuenta corriente no bajara al 3% del PIB durante esta década. Según estimaciones de BBVA Research estaría alrededor del 4% desde 2017 hasta 2020. 

La pregunta es si eso se puede financiar sin traumatismos con recursos del exterior y sin afectar las reservas internacionales o si es posible sin generar un nivel insostenible de carga financiera para los hogares. Hernandez indica que un 4% es completamente financiable para la economía colombiana en condiciones internacionales normales. “Un 6% es admisible este año pero no es posible en un segundo y tercer año donde es ineludible bajar hacia 5% y 4%. En ese escenario bajar el déficit de cuenta corriente al 4% es posible lograrlo con un crecimiento de 3% en 2016 y de 3,8% en 2017” concluye.