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Colombia-Chile: Un paralelo

¿Por qué Chile, siendo un país tan parecido a Colombia, ha podido crecer más rápidamente y ubicarse dentro de los países con mejor manejo macro en el mundo?

27 de abril de 2007

Con ocasión de la Feria del Libro y, por el hecho de ser Chile el país invitado, han visitado a Bogotá, además de la presidenta de este país, Michelle Bachelet, un selecto grupo de intelectuales chilenos, entre quienes se cuentan grandes escritores como Gonzalo Rojas, Elikura Chihuailas, Alejandra Costamagna, Manuel Silva y economistas de la talla de Patricio Meller y Mario Marcel.

Aprovechando la presencia de estos últimos en el país, Fedesarrollo, en asocio con la Embajada de Chile y Jimeno Acevedo Asociados organizó una reunión para explorar las oportunidades de negocios en ambos países. A la reunión asistieron empresarios y analistas, quienes después de las presentaciones de los conferencistas, tuvieron la oportunidad de interactuar con los mismos.

La conclusión a la que se llegó en el foro es que, si bien hay grandes oportunidades de negocios tanto para chilenos como colombianos en los dos países, éstas han sido poco aprovechadas, posiblemente por la falta de conocimiento mutuo.

Concientes de que en ningún momento éste puede ser el obstáculo para que en adelante se aprovechen las oportunidades, nos parece de gran utilidad destacar los puntos más relevantes de dicha reunión.

Las coincidencias

"Chile y Colombia tienen grandes coincidencias y con frecuencia se miran el uno al otro", es la frase con la que inició su presentación Mauricio Cárdenas, director de Fedesarrollo. Cárdenas hizo un resumen de las coincidencias entre los dos países, así como, de las diferencias que, en últimas, son las que explican por qué Chile ha logrado avanzar mucho más que Colombia.

Entre las grandes coincidencias mencionadas por Cárdenas están los ciclos económicos, que se comportan igual; la inflación e incluso la cuenta corriente y las reservas internacionales. Las instituciones políticas son buenas en ambos países.

La gran diferencia, por otra parte, está en la evolución del ingreso per cápita, el cual está directamente relacionado con el dinamismo exportador. Mientras que Chile multiplicó por 30 sus exportaciones per cápita en 30 años, Colombia apenas las duplicó.

Otra de las grandes diferencias mencionadas por Cárdenas es la importancia que Chile le da al tema de la facilitación de los negocios. Esto se ve reflejado tanto en lo tributario como en el número de trámites y el costo de los mismos. Mientras que en Chile una exportación demora 20 días, en Colombia tarda 34, y mientras que Chile ocupa el puesto número 37 entre 175 países, en el pago de impuestos en el ranking Doing Business del Banco Mundial, Colombia ocupa el 172.

En educación hay también grandes diferencias. Colombia no solo está por debajo de Chile en el número de años de educación, sino por debajo de países con desarrollo similar.

El modelo

Los resultados de Chile no son producto del azar. Hace muchos años, este país tomó la decisión de que para crecer era necesario integrarse a la economía mundial e introducir el largo plazo en la toma de decisiones de los agentes económicos, de la misma forma como lo hacen los países desarrollados.

Como afirma Patricio Meller, Master y Ph.D en Economía de la Universidad de California, Berkeley, y conferencista en esta reunión, "todos los gobiernos de la concertación están de acuerdo en que la globalización está para quedarse. La globalización genera beneficios y costos, aunque los beneficios son superiores. Entre mayor es la integración, mayor es el beneficio".

Los beneficios en el caso chileno son evidentes. Entre 1985 y 1997, Chile creció 6,8% en promedio al año. Posteriormente, entre 1998 y 2003, el crecimiento se redujo a 2,6% en promedio al año, como consecuencia de la crisis asiática, y entre 2004 y 2006, se recuperó a 5% en promedio. El crecimiento de estos años le permitió reducir la pobreza en un 50%.

Meller destacó además, la inversión como uno de los factores claves del crecimiento. "Para que un país crezca por encima del 5% anual tiene que tener niveles de inversión superiores al 25% del PIB. Esto fue lo que Chile logró desde los noventas". Pero adicionalmente, un país tiene que trabajar en la productividad. Para Meller, no basta con introducir capital y trabajo. La clave está en el crecimiento de la productividad total de los factores. Al menos un 50% del crecimiento de la economía chilena se explica por el aumento de la productividad. Esto se logra haciendo uso de la tecnología y con reglas de juego de largo plazo.

En el tema de la integración a la economía global, no solo tomó la decisión, sino que actuó. Tiene acuerdos comerciales con más de 30 países, un arancel efectivo de 1,9% y acceso preferencial al 86% del PIB mundial. Como resultado, el comercio exterior en Chile representa un 66% del PIB. La inversión extranjera directa, que es el motor del crecimiento, representa el 6% del PIB, en tanto que la chilena en el exterior es de 15% del PIB (stock).

Todo lo anterior ha sido posible gracias a un manejo macroeconómico impecable. De hecho, en 2005-2006, Chile ocupó el primer lugar, a nivel mundial, en manejo macro en el ranking de Competitividad Global que mide el World Economic Forum (ver recuadro).
Las oportunidades

Las oportunidades a nivel comercial entre Chile y Colombia son múltiples, pues las condiciones están dadas para que así sea. En 1993, los dos países firmaron un Acuerdo de Complementación Económica (ACE), vigente desde enero de 1994. Por medio de este acuerdo se liberalizó más del 90% del comercio entre los dos países.

Recientemente, en 2006, se negoció un Tratado de Libre Comercio (TLC), que da acceso inmediato a todos los bienes, con disciplinas similares a las de los TLCs negociados con EE.UU. Este tratado fue radicado en el Senado en noviembre de 2006. Está pendiente su discusión y aprobación.

Desde la firma del ACE, ambos países han utilizado las preferencias. El 100% de los productos chilenos que entran a Colombia lo hacen por este sistema, en tanto que este porcentaje en el caso colombiano es de 94%.

No obstante, Chile lo ha venido utilizando de manera más agresiva, al punto que hoy Colombia tiene un déficit comercial con Chile. Los volúmenes son sin embargo bajos y representan una parte mínima del comercio exterior de cada país. Mientras que entre 1997 y 2001, la participación de las exportaciones colombianas a Chile era de 3,3%, entre 2002 y 2006 fue inferior, 2,7%. En estos mismos períodos las importaciones chilenas han ganado en participación, de 1,9% a 2%.

Un estudio de Mauricio Reina, Investigador de Fedesarrollo, muestra que Colombia es competitiva en 24 sectores en el mercado chileno. Sin embargo, a pesar de las ventajas competitivas y del acceso preferencial, Colombia solo es líder en el mercado chileno en el sector de confites.

En el resto de sectores, azúcares, productos plásticos, aceites de oleaginosas, editorial, confecciones y chocolates, la participación de los productos colombianos en el mercado es relativamente menor que la de sus competidores. Llama la atención, adicionalmente, del estudio de Reina, que en confecciones, productos de plástico y aceites, la participación en el mercado chileno de los productos colombianos sea inferior a la de países sin acceso preferencial. Las oportunidades están ahí, hay que utilizarlas.