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La principal debilidad de Bogotá está en el sector de transporte. | Foto: Bloomberg

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Bogotá y Medellín con perspectiva negativa de Fitch por ‘descuadres’ del Gobierno

Fitch Ratings rebajó a negativa la perspectiva de calificación de ambas ciudades por cuenta de los problemas fiscales del gobierno nacional.

9 de agosto de 2016

La calificadora Fitch Ratings rebajó de estable a negativa la calificación crediticia de Bogotá y Medellín como consecuencia de la menor perspectiva que tiene sobre la evolución de las cuentas del gobierno nacional.

El informe de la calificadora es claro al mencionar que la decisión no está relacionada con las administraciones actuales de ambas ciudades sino con lo que está pasando a nivel agregado en la economía luego de la desaparición de la renta petrolera. En otras palabras, la causa del ajuste es que el país aún no se repone por completo de la ausencia de dividendos en Ecopetrol y de impuestos de las petroleras.

“La perspectiva negativa refleja la creciente vulnerabilidad del país a cambios en el sentimiento de los inversionistas y a las condiciones de financiamiento externo ya que el déficit en cuenta corriente llegó a 6.4% del PIB en 2015”, señala el reporte.

La calificadora viene advirtiendo desde hace varias semanas sobre la debilidad de las cuentas fiscales en Colombia y las consecuencias negativas que tendría el aplazamiento de la reforma tributaria. No solo alertó al gobierno sino también a un grupo de bancos del país sobre una posible rebaja a la nota. 

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Por lo pronto el gobierno ha insistido en que presentará su reforma este año aunque no ha dicho cuándo lo hará, cómo lo hará, ni cuántos recursos pedirá.

No todo es malo

Bogotá y Medellín no salieron tan mal de la revisión. Fitch aseguró que ambas ciudades cuentan con fortalezas que las convierten en ‘buena paga’ para los inversionistas, en especial porque ambas tienen un papel muy importante para la economía del país. 

En el caso de Bogotá su importancia para la economía y el hecho de tener niveles de deuda manejables son puntos a favor. Sin embargo, su principal tarea pendiente es atender las necesidades de infraestructura que están creciendo, en especial en el sector del transporte.

Medellín por su parte cuenta con una buena administración de impuestos y el soporte de su grupo económico EPM. Sus principales debilidades están relacionadas con el alto nivel de deuda y la baja cobertura de su pasivo pensional de acuerdo con las leyes colombianas.

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