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El modelo de ejecución de Autopistas para la Prosperidad permitirá que la obra se termine en 5 años, y no en 10 ó 15 años.

Infraestructura

Concesiones: la razón de las “Unidades Funcionales”

La ejecución de Autopistas para la Prosperidad se dividió en 9 contratos de concesión y un contrato de obra pública. El objetivo es que se realice en 5 años, y no en 10 ó 15 años.

5 de diciembre de 2013

El proyecto "Autopistas para la Prosperidad" es el más importante de la Cuarta Generación de Concesiones -4G- de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el cual demandará una inversión superior a los 13 billones de pesos. Es, de lejos, la obra de infraestructura más importante que se ejecutará en el departamento de Antioquia.

Abarcará, además, gran parte del noroeste del país, lo que la convertirá en un eje fundamental para la conexión sur-norte, trayendo innumerables beneficios para la comunidad, las empresas y el país.
La ejecución de un proyecto de tal envergadura se dividió en 9 contratos de concesión y un contrato de obra pública. El objetivo es que se realice en 5 años, y no en 10 ó 15 años, como inicialmente se había planteado.

Atendiendo la necesidad de que las obras se ejecuten rápidamente, se introdujo el concepto de "Unidades Funcionales", que son una herramienta muy útil para que se construyan los distintos trayectos viales de cada contrato con independencia funcional. Es decir, que su construcción, puesta en funcionamiento y futura operación y mantenimiento, no dependerá de la terminación de las obras de las demás "Unidades Funcionales".

Lo anterior crea una dinámica que incentiva la ejecución simultánea de las obras y a su vez, optimiza el flujo financiero de los inversionistas, al recibir oportunamente los aportes de la Nación y el recaudo de peajes, una vez se terminen y entreguen las obras asociadas a cada unidad funcional.

Por tanto, no es cierto que la subdivisión en "unidades funcionales" derive en escollos para la construcción y mucho menos en encarecimiento de la financiación. Como ejemplo de ejecución rápida de las obras, sin problemas de construcción o financiación, podemos mencionar a la Ruta del Sol Sector 2, que avanza a un ritmo de 2 a 3 kilómetros de doble calzada semanales, con un criterio similar de "unidades funcionales" al que se va a introducir en "Autopistas para la Prosperidad".

Tampoco es cierto que haya un sesgo contra las firmas de ingeniería nacionales. En las cinco primeras licitaciones actualmente abiertas (Conexión Norte, río Magdalena 2 y las Conexiones Pacífico 1, 2 y 3) se han seleccionado 50 precalificados. De ellos, 46 corresponden a consorcios mixtos entre capital nacional y extranjero, con un total de 58 empresas.

De estas empresas, 37 son colombianas (64 % del total). Igualmente, sólo 2 consorcios están conformados por empresas extranjeras y se presentaron 2 precalificados extranjeros individuales.

Es claro que el interés de las firmas extranjeras en asociarse con colombianas busca alcanzar conjuntamente los requerimientos de financiación y al mismo tiempo, aprovechar al máximo el valor agregado que ofrece el conocimiento profundo y detallado de las condiciones geográficas, hidrológicas, geológicas y técnicas en general, que sólo las firmas nacionales pueden aportar. Hay una importante generación de empleo que beneficia a los trabajadores locales, regionales y nacionales.

Gracias al liderazgo del presidente Juan Manuel Santos y a un equipo altamente comprometido, se ha podido diseñar el programa de infraestructura más ambicioso en la historia del país. Estoy seguro que a final de la presente década, Colombia tendrá la infraestructura que se merece y con la que podrá sacar el máximo provecho a todo su potencial económico.