Anif dice que es necesaria otra reforma tributaria

El gremio considera que la ley no era lo que requería el país en materia fiscal, teniendo en cuenta que era necesario expandir el cobro del IVA para poder lograr un aumento real en el recaudo total de la economía.

La situación no es sencilla, pues desde hace 4 años la relación recaudo contra PIB  viene cayendo considerablemente y según cálculos de la entidad, la ley de financiamiento no podrá revertir esta tendencia, razón por la cual, para  el año 2022 es posible que el  porcentaje caiga hasta el 13,2%. Bajo este panorama, la brecha de recaudo del país frente a otros pares de América Latina, podría llegar al 3% del PIB.

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Para ANIF, el Gobierno se equivocó y se apresuró al tomar la decisión de disminuir la carga impositiva de las corporaciones, pues  si se tienen en cuenta experiencias como la estadounidense, esta medida no logrará un efecto positivo a largo plazo, por lo que se desencadenarán graves deterioros fiscales y aumentos importantes en los niveles de deuda pública.

Adicionalmente, es muy complicado compensar las pérdidas provenientes de los recaudos empresariales, ya que los incrementos en la tributación que contempló la ley de Financiamiento para los hogares más ricos (+0.2% del PIB) y de algunos impuestos específicos (+0.3% del PIB), no serían suficientes, teniendo en cuenta que la pérdida en términos  del PIB podría ser del 1%.

No hay que ir muy lejos para ver la ineficacia de los recortes a las cargas impositivas de las grandes empresas para aumentar el PIB, pues en Colombia,  dicha carga tributaria se ha venido  disminuyendo desde el 2011, y no se han visto los resultados que se esperaban, considera Anif, que es presidida por el economista Sergio Clavijo.

Pese a estos antecedentes, el Gobierno decidió continuar con el sacrificio del recaudo empresarial en la Ley de Financiamiento, hecho que según cálculos de Anif, causaría que la carga efectiva corporativa (por toda fuente) pase del 48% al  45% en 2020 y al 44% en 2022, lo que dejaría al país por debajo del promedio recomendado por la OCDE.

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Estas medidas, han representado para las corporaciones una reducción de 12 puntos porcentuales en su carga impositiva, que podría llegar a 16 puntos en 2022, razón por la cual  sería  imposible que se logre un nivel de recaudo adecuado.

Finalmente, Anif considera que dado el riesgo que se tomó con la aprobación de la Ley de financiamiento, será necesaria una nueva reforma tributaria antes del 2022, donde no se le alivie más la carga impositiva a las grandes empresas, y donde se corrijan de una vez por todas estas medidas que han sido las culpables del  vertiginoso desplome de los ingresos tributarios.