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Hugo Díaz, presidente

Aliadas, la primera venta

La venta del Banco Aliadas al Banco de Occidente consiguió un ambiente propicio para nuevas ventas en el sector financiero.

6 de agosto de 2004

En el salón Cañaveral del Hotel Intercontinental de Cali, en la tercera hora de la audiencia de adjudicación, que se había iniciado con absoluta puntualidad a las 10 a.m., Wilson Giraldo, el liquidador del Banco Aliadas, abrió el sobre del Banco de Occidente y leyó en voz alta el precio ofrecido para comprar esa entidad, $102.000 millones, que equivalen a 1,69 veces el valor en libros. Abrió luego el de Davivienda, y leyó un precio cercano a los $99.000 millones, algo más de 1,6 el valor en libros y apenas 2,33% inferior a la oferta de su contendor.

Los representantes de Davivienda, los perdedores, caballerosamente felicitaron a sus contrincantes, que estaban visiblemente contentos con el resultado de la transacción. Para los caleños, culminaba así un largo coqueteo con Aliadas, pues tras el fracaso de la primera oferta, le hicieron a Fogafin una oferta directa para comprar el banco. Por su parte, con la compra, el Grupo Aval, holding del Occidente, quedaría hoy con el 25% de los activos y las utilidades de la banca nacional.

Igualmente felices estaban los representantes de Fogafin. Con la venta de Aliadas no solo se completa la primera de las cuatro entidades que están en su plan de venta de los próximos meses (ver página 82 de este número), sino que se consiguió un precio inesperadamente alto.



Cómo quedan las cosas

Aliadas era uno de los bancos más pequeños del sistema, pero sus administradores lo habían hecho muy atractivo. Concentrado en crédito de vehículos, se había convertido en uno de los mejores de este segmento en el país. A mayo, mostraba una rentabilidad patrimonial de 33% y utilidades mensuales por más de $1.500 millones. "Hay que hacer justicia. Con esos resultados, la administración del banco nos abrió el apetito", reconoce el presidente del Occidente, Efraín Otero.

Tanto para Banoccidente como para Davivienda, además de las utilidades, la cartera de vehículos y la presencia de Aliadas en Cali y Medellín representaban un activo muy interesante.



Preciso

El cronograma de venta se ejecutó de manera impecable. Fueron invitadas 35 entidades bancarias y no bancarias, de las cuales 10 pidieron información en detalle del 'Cuarto de Datos', que -a decir de algunos de los asistentes- ha sido el mejor y más organizado de cuantos se han montado en el país.

Pero uno de los elementos más importantes del esquema de venta fue el sistema de subasta 'todo o nada'. Para el anterior martillo de Aliadas se usó un esquema en el cual los participantes ofrecían un precio base -generalmente bajo-, sobre el cual se iniciaba una puja. Con el 'todo o nada', no hay una puja posterior y por ello el interesado tiene que ofrecer el mayor precio posible desde el inicio.

Ahora resta que la Superbancaria autorice la compra. Otero espera que este proceso esté concluido en menos de un mes y luego, iniciará la fusión. Con el acelerador a fondo, cree que en diciembre estará concluido el proceso. Como es usual, unirá oficinas redundantes, pero mantendrá la unidad de crédito de vehículos con todo y sistemas, intacta. En últimas, eso fue lo que compraron.

Para Hugo Díaz, presidente de Latinvestco, banquero de inversión de Fogafin junto con la firma caleña Bonilla y Moreno, la operación es una buena muestra del interés que tienen los banqueros nacionales por las operaciones de compra. "La consolidación en entidades fuertes es una tendencia nacional bien definida que posiblemente continuará", opina.