Opinión on Line

¿Queremos o no una economía globalizada en Colombia?

Con muchas expectativas los empresarios colombianos empezamos a ver un nuevo horizonte de la economía nacional. Una serie de eventos económicos se han venido suscitando en la economía nacional – muchos de ellos jalonados por la globalización que estamos viviendo-.

Dinero
3 de octubre de 2011

Para hacer un recuento de los principales eventos que está afrontando nuestra economía  y por supuesto los planes de acción que deben tomar los empresarios, debemos empezar para la calificación de buena conducta que obtuvo el país recientemente. Hablamos de la calificación de grado de inversión de nuestra economía.

Por primera vez obtenemos una calificación de esta naturaleza por parte de las tres grandes calificadoras de riesgo. En el pasado – hace más de 12 años - sólo habíamos esta calificación por parte de Standard & Poor´s y Moody´s pero no la de Fitch.

Antes de esta calificación, empezábamos a escuchar buenos augurios de la economía nacional, sobre todo en el mercado internacional. Ya estábamos dejando atrás los comentarios atrevidos de los neófitos de nuestra economía. Ahora, el término de “economía emergente” empieza a escucharse y repetirse cada día más para Colombia. Ahora los economía nos califica como tal y nos lleva a encabezar CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica), que no es más que la conformación de países de economía emergente y muy similar, de la que se espera que en la próxima década de mucho de qué hablar. Para poder hacer tangible esta situación que vivirá Colombia, hay que revisar lo que ha sucedido con Brasil. Cerca de una década atrás, y con mucha incertidumbre, vimos la entrada de nuestro gigante vecino, al grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Producto de esta catalogación, se volcaron los ojos de muchos inversionistas a ese país, y parte de esto se ha venido demostrando con el crecimiento económico no  
sólo de Brasil, sino de los demás países miembros de BRIC. Seguramente resaltado por estar en Latinoamérica y además de ser vecinos de Brasil, economía que encabeza BRICS.

Es de anotar que, luego del “boom” de la economía nacional y el redescubrimiento de Colombia como parte de los nuevos mercados objetivos globales, se empieza a lidiar con problemas colaterales. Uno de ellos es la revaluación. Sobre todo para nuestro país que en ellos últimos años ha procurado por tener una balanza comercial positiva.

Recientemente, el Gobierno anunció que nuestra economía empezaba a presentar los primeros signos de una enfermedad holandesa. Es cierto, el apetito de los inversionistas en la extracción de los recursos naturales no renovables colombianos, viene creciendo en forma generalizada.

Sin duda la economía nacional está recibiendo mucha inversión extranjera ¿Estamos preparados para liderar y afrontar negociaciones de alto nivel?

Uno de los principales problemas que estamos observando, es que los inversionistas internacionales “globalizados” vienen con un nuevo lenguaje financiero, el famoso IFRS (Normas Internacionales de Información Financiera), que no es más que unos principios financiero y contables totalmente distintos a los principios contable y financieros colombianos. Una de las principales barreras en las negociaciones con los nuevos inversionistas es la presentación de la información financiera actual versus la que requieren ellos para la toma de decisiones.

Es aquí donde se presenta el primer reto de los empresarios colombianos, explicar las diferencias entre ambos principios – algo difícil para los tomadores de decisiones- pues poco o nada conocen de las IFRS. Entre tanto se pierde tiempo y oportunidad en la toma de decisiones.