Opinión On Line

Manejo de patrimonio y deuda en las empresas familiares

El manejo de la deuda bancaria y el patrimonio en las empresas familiares tiene una lógica financiera diferente a las empresas no familiares. La opinión de Gonzalo Gómez.

Dinero
4 de junio de 2011

Las investigaciones y la práctica de la consultoría demuestran que las empresas familiares colombianas presentan un endeudamiento menor que las empresas no familiares, lo cual es un tema común en todos los países del mundo. Más allá de esto, también se ha encontrado que las empresas familiares con un mayor endeudamiento tienden a tener mayores rentabilidades sobre el patrimonio, lo cual es lógico desde el punto de vista financiero. Sin embargo, el descubrimiento que sí ha sido diferencial es el que las familiares no utilizan el nivel óptimo de endeudamiento tradicionalmente estudiado por los financieros, que consiste en que el costo de la deuda de terceros sea inferior al costo ponderado de capital. Estas tienen un segundo óptimo de endeudamiento, que es inferior al que acabamos de mencionar, debido a que cuando las familias empresarias adquieren deuda, los bancos suelen solicitar la firma de los socios, generando en los empresarios familiares una mayor aversión al riesgo de la deuda, reduciendo el buen desempeño familiar.

 

Contaré algunas experiencias vividas a lo largo de estos años de consultoría, relacionadas con la forma como el empresario familiar concibe la deuda bancaria y su patrimonio. En términos generales, el empresario empírico que ha formado una empresa de ceros con una gran idea, concibe la deuda bancaria como el dinero más costoso, incluso mucho más que su propio patrimonio y esto hace que conserven endeudamientos muy bajos, usualmente entre un 0% y un 20%, debido a que a su patrimonio, desde el punto de vista formal, se le exige menor rentabilidad que lo que cuesta la deuda bancaria. Por lo tanto, el costo ponderado de capital de estos empresarios es tan bajo, que logran tener una ventaja competitiva frente a las empresas no familiares logrando entrar en negocios de mayor riesgo, que las no familiares en donde los accionistas exigen a su patrimonio una rentabilidad superior y por lo tanto el WACC (Costo Promedio Ponderado del Capital) termina siendo superior.

 

Las razones por las cuales los empresarios familiares no le exigen rentabilidad a su patrimonio de la manera en que lo haría un empresario no familiar, se debe a que: 1) El empresario familiar no le gusta contraer deuda, este empresario quiere un patrimonio solvente para que, en el caso en que él falte, sus hijos tengan un patrimonio sólido y 2) El empresario familiar concibe sus negocios como negocios de largo para ser el sustento y soporte de su familia.

 

Lo que ustedes acaban de leer, podría sonar como una herejía financiera para cualquier especialista en finanzas; sin embargo, los estudios (Anderson and Reeb, 2003), han demostrado que las empresas familiares son más rentables que las empresas no familiares. Los más adinerados del mundo son empresarios familiares que han diversificado su patrimonio en negocio no relacionados, contrario a la lógica que suelen enseñar en las universidades en donde los negocios no relacionados atentan contra las empresas; sin embargo a las empresas familiares les ha funcionado bien. ¿Por qué se presenta esta dicotomía?, ¿Por qué la lógica financiera de la empresa familiar no es igual a la lógica de la empresa no familiar?

 

Mi conclusión es que, durante siglos, se han estudiado a las empresas desde el punto de vista no familiar, se han estudiado las grandes corporaciones que cotizan en bolsa y toda la lógica financiera se ha enfocado en inversionistas, no en empresarios, dejando de lado la lógica de las empresas familiares, que son el 90% de las empresas en el mundo.

 

Cuando se tienen empresas familiares con personas formadas con maestrías en las mejores universidades, es usual que busquen recursos de terceros para su crecimiento y aunque su rentabilidad sobre el patrimonio empieza a ser mayor, se suelen presentar conflictos familiares entre padres fundadores e hijos sobre cómo se concibe la deuda. Esta lógica lleva a que la generación con formación en finanzas empiece a rechazar negocios ya que el Valor Presente Neto no está acorde con la tasa rentabilidad esperada en el corto plazo, contrario a lo que realizaban sus padres.

 

Por ejemplo, al comparar dos compañías familiares del sector de la construcción, una de ellas, con miembros de la familia formados en las mejores universidades, exigiendo a todos sus proyectos un 20% de rentabilidad y la otra familia buscando un determinado número de proyectos que cubran los gastos fijos de su organización, con el fin de que los proyectos que se realicen en adelante contribuyan a la utilidad de la compañía. En el primer caso, existen muy pocos proyectos que generen el 20%, por lo tanto cuentan con capacidad ociosa en su organización, mientras que en el segundo caso, al observar que los proyectos pagan los gastos fijos y un poco más, mantienen su capacidad de planta a un nivel adecuado, logrando altas rentabilidades en los proyectos adicionales que vayan llegando.

 

¿Quién está en lo correcto? Mi conclusión es: debemos enseñar finanzas para empresas familiares, que es una lógica de las finanzas diferente a la de Wall Street. Señores académicos y profesores universitarios, los invito a hablar menos de betas apalancadas y a investigar más a los empresarios de nuestro país, para que a partir de nuestra realidad les enseñemos unas finanzas más adecuadas a los actuales y futuros emprendedores de las empresas más importantes del mundo: las empresas familiares.

Director Área Family Business -INALDE - Universidad de La Sabana
e-mail: gonzalo.gomez@inalde.edu.co