La comunicación y el manejo del conflicto en la empresa familiar

Dinero
9 de octubre de 2008

Nada trae más problemas a las empresas familiares que el conflicto entre los miembros de la familia y la frustración que les genera la inhabilidad de comunicarse satisfactoriamente entre ellos.

Es muy común encontrar a miembros de la familia sumergidos en una situación de desespero por situaciones conflictivas que se reflejan en comentarios como: ¿Por qué mis hijos no se pueden entender?, ¿Qué pasará el día que no estemos entre ellos?, ¿Por qué mi padre no me escucha?, o “Mi hermana siempre ha sido la favorita de mi madre y todavía en la empresa hace lo que quiere”; “No puedo confiar en mi hermano, no podía confiar en él cuando era pequeño, mucho menos ahora”.

Los conflictos y sentimiento subyacentes a este tipo de frases pueden destruir una familia si no se llega a una solución constructiva y como bien sabemos, destruir un negocio en el camino. No es en vano que la historia de las empresas familiares esté llena de casos en los cuales empresas de este tipo no han logrado pasar a las siguientes generaciones por su incapacidad para comunicarse efectivamente entre ellos. Es así como resultados de estudios (Astrachan, Mac Millan, 1995), entre 800 herederos de empresas familiares que han fracasado, identifican el conflicto entre los miembros familiares como la razón principal del fracaso del negocio.

Evidentemente, los miembros de la familia no quisieran que su empresa familiar pasara por esta misma situación. Pero debemos entender que el conflicto es inevitable y no necesariamente perjudicial: El antídoto para el conflicto es la buena comunicación. Sin embargo es importante contar con una buena comunicación antes de que surjan los conflictos. Una vez el conflicto se ha iniciado es difícil mejorar dicha comunicación.

Aunque una buena comunicación no elimina el conflicto, si nos ayuda a manejarlo constructivamente para que no se convierta en un veneno emocional y destructivo. Las buenas relaciones dependen de tener más metas en común que metas en conflicto y esto sólo se logra a través de una buena comunicación.

Los miembros de las familias muchas veces temen hablar sobre temas difíciles para evitar entrar en conflicto, pero realmente el no hablar de estos temas significa aumentarlo. El conflicto abierto es una señal de interés que presenta una persona por la otra “Tú me importas, por eso me molesta que no estemos bien” y lo importante es que el resultado del manejo de este conflicto sirva para fortalecer la relación. Es por esto que el conflicto ofrece la oportunidad de ser creativo y fortalecer las relaciones. Cuando los miembros de una familia trabajan juntos para resolver un conflicto, muchas veces encuentran soluciones mejores que las que hubieran encontrado cada uno por separado.

Por lo tanto contar con una comunicación abierta es la única manera para manejar estos temas. Pero para esto es necesario saber escoger un buen momento y un buen lugar, pues hacerlo de la manera equivocada puede llegar a ser más perjudicial.


Punto de partida para una mejor comunicación.

Cuando usted mejora sus habilidades de comunicación, el entorno a su alrededor se trasforma positivamente. Estas son algunas recomendaciones para mejorar sus habilidades de comunicación en su familia y en su negocio.

1. Aprenda a escuchar: Muéstrese atento a la conversación con su lenguaje corporal, haga preguntas que inviten al otro a expresar lo que piensa en voz alta. Anime al otro a compartir temas y permítale que cuente sus experiencias personales. Se recomienda que al final de la conversación se haga un resumen sobre lo dicho por la otra persona para Mostar, no sólo que lo ha escuchado, sino también para tener oportunidad de corregir algo que no haya quedado claro.
2. Evite mal interpretar a otros y ser mal interpretado: Para esto es importante permitir que los otros completen sus ideas sin ser interrumpidos y no asumir que se sabe lo que la otra persona va a decir.
3. Construya y mantenga la confianza: Para esto confíe en otros, sea consistente con lo que hace y dice, demuéstrele a los demás que pueden encontrar en usted una persona con quien conversar con tranquilidad.
4. Permita a otros expresar sus sentimientos libremente: A veces nos resulta difícil presenciar reacciones emocionales porque nos sentimos incómodos o no sabemos cómo manejarlas. Todos tenemos derecho a expresar nuestros sentimientos. No se estrese ante estas situaciones, muchas veces la otra persona simplemente quiere que alguien la escuche.
5. Afronte las diferencias de una manera neutral: Cuando se enfrente a un desacuerdo, en medio de la emocionalidad del tema, trate de ser lo más objetivo posible, trate de despersonalizar el tema en cuestión, no se sienta atacado antes de empezar la discusión.
6. Comunicarse directamente: No le pida a nadie que lleve sus mensajes ni le pida a nadie que traiga mensajes para usted. La buena comunicación requiere la responsabilidad de comunicarse directamente con la persona en cuestión.
7. Comprenda que muchas veces lo que es un conflicto aparente tiene un origen más profundo: Trate de comprender la raíz del problema, de ponerse en los zapatos del otro y comprender el motivo profundo que está detrás de un comportamiento específico.
8. Sea consistente en todos sus niveles de comunicación: Sus acciones deben soportar sus palabras. Trate de ser coherente, esto genera una mayor credibilidad y confianza ante los demás.
9. Ayude a los demás a fortalecer su autoestima: En la medida en que el otro se sienta bien consigo mismo y cuente con una buena autoestima, se comunicará más fácilmente y presentará una tendencia a resolver conflictos de una manera constructiva.
10. No se quede atrapado en el pasado: Bríndele una segunda oportunidad a las situaciones y a las personas y obsérvelas en el presente como lo que son, sin dejarse vencer por recuerdos pasados.


Referencias
• Astrachan, J; Mc Millan, K. Conflict and Communication in the Family Business. Family Enterprise Publishers, 2003.
• Aronoff,C; Ward, J. How Families Work Together. Family Enterprise Publishers, 1993.


Family Council Consulting International Group FCCIG, e INALDE - Universidad de La Sabana