¿Cuáles son los intereses de China en Latinoamérica?

Solamente el 5% de las exportaciones de China van a América Latina y apenas el 6% de las exportaciones de la región van a China. Entonces, ¿qué interés podría tener el país asiático? La opinión de Maria Alejandra González-Pérez. Jefe del departamento de Negocios Internacionales. Universidad EAFIT.

Dinero
3 de junio de 2011

Solamente el 5% de las exportaciones de China van a América Latina y apenas el 6% de las exportaciones de la región van a China. Con esas cifras en mente, ¿qué interés podría tener el país asiático en esos países americanos? Esa fue la pregunta central de la conferencia, “China en Latinoamérica: ¿Algo más que comercio e inversión?”, que dictó el profesor Ralf J. Leiteritz de la Universidad del Rosario el viernes 3 de junio en la Universidad Eafit.

 

Convencionalmente se ha venido hablando que los intereses chinos en Latinoamérica obedecen a (i) la demanda de recursos naturales, (ii) un mercado para los productos manufacturados de China, y (iii) resolución de la controversia sobre el estatus político y el reconocimiento internacional de Taiwán como parte de la República Popular China.

 

Efectivamente, el 57% de las exportaciones de Latinoamérica son minerales y el 28% son productos derivados de la actividad agrícola. Por otro lado, el 55% de las importaciones procedentes de China en la región son equipos electrónicos y maquinaria, 15% ropa y accesorios, y el 6% juguetes.

 

China tiene relaciones comerciales estrechas con países como Chile con quien tiene un TLC desde 2006, y con Perú con quién firmó en 2008. Sin embargo, el debate desde la economía política es ¿Qué tan beneficiosa o negativa es la relación comercial entre Latinoamérica y China?

 

No hay duda de un entusiasmo generalizado entre actores políticos y algunos empresarios de la región por atraer inversión extranjera directa de China, especialmente en las industrias extractivas y mineras, como alternativa a la dependencia que existe de los Estados Unidos en términos de inversión y mercado. Con todo, existe escepticismo por parte de algunos académicos y organizaciones de la sociedad civil sobre las desventajas que esto traería para las industrias de exportaciones no tradicionales.

 

Ralf J. Leiteritz, presentó un escenario de transición de la hegemonía mundial de los Estados Unidos a China. Apoyándose en la Teoría de Transición de Poder de Organiski, que postula que los cambios estructurales en el sistema internacional han significado guerras hegemónicas para definir la nueva distribución de poder y las nuevas reglas del juego en el orden mundial. En contraste, las teoría del Internacionalismo Liberal de autores como Keohane, Nye o Ikenberry, y de Constructivismo Social de Alaistar Johnson, dicen que mas allá de haber fuerzas estructurales que definen la interdependencia política y económica, la cooperación entre los estados y las normas son las que dan forma a las políticas mundiales. Por lo tanto bajo este escenario China no estaría interesada en imponer sus reglas de juego mediante la provocación de una guerra, pero tratará a través de diferentes mecanismos políticos de modificar el statu quo con fines de ratificarse como potencia.

 

Adicionalmente, presenta el profesor Ralf J. Leiteritz que han sido evidente las diferencias que existen entre Estados Unidos y China en temas de gobernabilidad global como son cambio climático, promoción de los derechos humanos y la democracia, la no proliferación de armas de destrucción masiva, y las funciones de instituciones financieras internacionales como son el Banco Mundial o el FMI. No obstante, existen preguntas sobre si existe un interés de China para tener aliados de su posición en estos temas.

Para el profesor Aaron Tauss del departamento de Negocios Internacionales de la Universidad Eafit, los interés de China en Latinoamérica son principalmente económicos. “Para mantener el dinamismo y crecimiento económico, China necesita importar recursos naturales. Debemos tener claro que es un país que no necesita mano de obra barata, pero sí necesita un mercado para sus productos exportables”. Además de esto, complementa el profesor Tauss, “China puede usar la región para empujar a los Estados Unidos un poco mas afuera de la región, y poder posicionarse como potencia política internacional”.

Para complementar, la profesora Kit I Sin del mismo departamento, complementa diciendo que los intereses de China con Colombia y la región son de muy largo plazo. Evidencia de esto es que vienen desarrollándose con una relación de amistad desde hace cerca de 30 años, es por esto que “los intereses de China en la región van más allá de intereses económicos o comerciales, y por esto hay intereses políticos y culturales, prueba de esto es el establecimiento de los Institutos Confucio en América Latina, los cuales tienen el objetivo de promover la cultura y la enseñanza del mandarín”, dice la profesora Kit I Sin.