OPINIÓN ONLINE

Volvamos masivo el teletrabajo

No es gratuito que ya haya más de 95.000 teletrabajadores en Colombia. Un aumento del 202 % que habla de sus beneficios para reducir costos y mejorar la calidad de vida.

Christian Onetto
7 de septiembre de 2016

La Tercera Feria Internacional del Teletrabajo, que se realizó la semana pasada, fue un escenario revelador para ver el impacto de esa práctica en las empresas colombianas, unas que hace cuatro años se veían reacias a adoptarla, pero que hoy comprenden las múltiples ventajas para la productividad de las compañías.

En el evento, se reveló además el Tercer Estudio de Penetración del Teletrabajo en Colombia, en el que el Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación (Mintic) mostró cómo varias de las más de 1.700 empresas encuestadas encuentran en el teletrabajo una fórmula para aumentar la productividad (47 %), ahorrar tiempo en desplazamientos y movilidad (45%) y una manera de ayudar al medioambiente (41%).

Estas cifras no son solo números, demuestran la tendencia creciente que desde 2012, cuando se tenía el registro anterior, ha empezado. Incluso, en algunos de esos aspectos, el porcentaje de empresarios que lo veía como ventaja en 2012 no superaba el 0%.

Un aumento significativo para el que, además, se ha hecho necesario el compromiso de todos los actores en este proceso. Necesitamos generar un cambio de cultura desde el interior de las organizaciones, empezar a confiar en los trabajadores y dejar a un lado la necesidad de controlar visualmente el trabajo de nuestros empleados.

 Lo que debemos buscar, entonces, es fomentar e incrementar la participación de empresas u organismos, incluso estatales, que incorporen en su cultura de trabajo el uso del teletrabajo como una herramienta de mejora, como hemos visto, de la eficiencia, pero adicionalmente, y mucho más importante, la calidad de vida de todos los empleados.

Pensémoslo más cerca de Colombia. Por ejemplo, los problemas de tráfico de nuestras ciudades, que van de forma incremental como en muchas otras de Latinoamérica, es un problema grave. Y es un problema que a final del día coarta mucho las posibilidades de generar agenda personal de los empleados de la empresa. El teletrabajo es una opción maravillosa para incrementar su motivación.

 Cuando tú tienes una herramienta que te permite contactarte a salas de reuniones, a proyectos, tener una continuidad en tu día a día laboral es fantástico, porque puedes estar en un trancón trabajando en un bus, en un taxi, en tren, pero también puedes tener la posibilidad de tener espacios de trabajo desde tu casa, combinar tu vida entre tu trabajo y las necesidades de tu familia.

Sin embargo, gracias a nuestra cultura coercitiva en las empresas, sobre todo de los jefes, entender este cambio de ver el trabajo se ha hecho muy difícil. Para ayudarnos a lograrlo, la principal recomendación es la confianza.

 Es entender que es un proceso al que se puede llegar de forma exitosa, sin que genere un impacto negativo al resultado financiero de las empresas. Por el lado del Gobierno, el mensaje debe ser seguir impulsando con la misma y más fuerza aún esta práctica con iniciativas como ferias, conversatorios y la adopción real dentro de instancias gubernamentales de esta práctica.

 Por el lado del sector privado, los empresarios y a los ejecutivos no deben tener miedo a los cambios sobre cómo la tecnología puede ayudar a digitalizar a las empresas y a ayudarlas a transformar el diario vivir de los empleados, porque claramente es una herramienta que funciona y está demostrado.

 El teletrabajo mejora en la satisfacción de los empleados, la productividad a las empresas y su rendimiento. Es esencial entender que las metas de los trabajadores se mantienen igual, más allá de cómo las cumplen.

 Eso sí, se hace necesario que todas las empresas tenemos que pensar cómo resguardamos la seguridad. Es un elemento vital, sobre todo en el aspecto tecnológico que soporta el teletrabajo, y que es fundamental para seguir desarrollando el proceso de la digitalización.

 La invitación, entonces, en espacios como la Feria de Teletrabajo al que fui invitado como panelista por nuestro trabajo en Cisco, es a masificar esta práctica. Ayudarle a los jefes y directos a entender sus bondades, para, seguramente, acceder a mejoras en la calidad económica del país y en nuestra calidad de vida como trabajadores.