GUSTAVO RIVERO

Venezuela y el ELN

Maduro y el Cártel de los Soles.

Gustavo Rivero, Gustavo Rivero
2 de noviembre de 2018

Con independencia de que se esté a favor o no del acuerdo de paz firmado con las Farc, lo que está claro es que el trato se quedó cojo. El Ejército de Liberación Nacional sigue teniendo una presencia formidable en el país. Santos comenzó las conversaciones de paz, pero no logró llegar a un acuerdo antes de que Duque asumiera la presidencia.

Duque, que considera el acuerdo con las Farc demasiado indulgente, está adoptando una postura más firme hacia el ELN. No va a reanudar las negociaciones hasta que la guerrilla haya liberado a todos los rehenes. También ha planteado una objeción al papel de Venezuela como uno de los cinco garantes de las conversaciones por ser un "protector de los grupos armados". ¿Cuáles son los motivos de dicha afirmación?

The Economist ha resumido de forma pragmática el porqué. El ELN fue fundado en 1964 por un grupo de sacerdotes y estudiantes católicos interesados en emular la revolución cubana de Castro.

Aunque el ELN tenía objetivos similares a los de las Farc (queriendo derrocar al Gobierno), los dos grupos trabajaron de forma independiente e incluso se llegaron a enfrentar. El ELN con 2.000 miembros armados es mucho más pequeño que las Farc, pero es más ideológico. Extorsiona, secuestra y trafica con drogas, pero también ha tratado de infiltrarse en universidades y ha apoyado movimientos sociales.

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Desde que comenzaron las negociaciones de paz en 2017, se ha vuelto más violento matando al menos a 100 personas y secuestrando a 16. Y si no se logra la paz, puede ser más difícil derrotarlo militarmente que a las Farc. Sus cinco divisiones operan por separado, lo que dificulta que los informantes derriben a todos los miembros sénior.

Los vínculos del ELN con Venezuela datan de los años ochenta. El gobierno venezolano de entonces era hostil con los grupos guerrilleros de Colombia, pero el ELN aún podía ingresar al país para escapar de las tropas colombianas porque la frontera no estaba muy vigilada. Su posición en Venezuela mejoró a finales de los noventa con el ascenso al poder de Chávez, que lo consideraba un aliado ideológico. Venezuela ha sido un refugio seguro desde entonces, un lugar donde el ELN se reúne para planificar ataques contra Colombia y donde en los últimos tiempos ha comenzado a reclutar nuevos miembros.

Según el prestigioso medio económico británico, su actividad dentro de Venezuela a menudo parece ser ignorada e incluso respaldada por las autoridades. Se rumorea que el ELN está colaborando con el Cártel de los Soles (grupo conformado por miembros corruptos de las Fuerzas Armadas de Venezuela y del Gobierno bolivariano) para establecer rutas de tráfico de drogas en todo el país.

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Si el ELN se desmoviliza, es probable que su papel en el narcotráfico transfronterizo se debilite. Eso le da a Maduro una razón para no apoyar la desmovilización si, como ha afirmado el Tesoro de Estados Unidos, se está beneficiando de los envíos de narcóticos.

En tales circunstancias, no es sorprendente que Colombia deba poner en tela de juicio el papel de Venezuela como árbitro honesto de las conversaciones de paz. Para el ELN, es probable que el precio de un acuerdo con el Gobierno de Duque sea la ruptura de sus vínculos con la dictadura venezolana, aunque todavía no se ha mostrado dispuesto a hacerlo.

No olvidemos que en cualquier país que se pretenda captar inversión directa extranjera, el grado de éxito es inversamente proporcional al nivel de violencia existente (entre otros aspectos). Dicho lo cual, tampoco se trata de llegar a acuerdos de cualquier manera.