GUSTAVO RIVERO
Venezuela: la crisis supera al Crac del 29
Venezuela ya tiene menos libertad económica que Cuba.
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El 22 de julio, cuando se reabrió la frontera entre Venezuela y Colombia, 35.000 venezolanos cruzaron el estrecho puente que separa ambos países para comprar alimentos y medicinas.
Los venezolanos quieren salir y no es difícil ver por qué. Los medios de comunicación han documentado situaciones horribles con imágenes de hambre, desesperanza y rabia. La portada del 29 de julio de The Economist decía: "Venezuela en caos". ¿Pero es sólo una recaída o algo más serio?
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Según el Fondo Monetario Internacional, el PIB de Venezuela en 2017 está un 35% por debajo de los niveles de 2013 y un 40% en términos per cápita. Es una contracción más pronunciada que la de la Gran Depresión de 1929-1933 en EE.UU., cuando se estima que el PIB estadounidense cayó un 28%. Es ligeramente mayor que la de Rusia (1990-1994), Cuba (1989-1993) y Albania (1989-1993), pero es menor que la experimentada por otros ex Estados soviéticos en el momento de la transición, como Georgia, Tayikistán, Azerbaiyán, Armenia y Ucrania, o países devastados por la guerra como Liberia (1993), Libia (2011), Ruanda (1994), Irán (1981) y, más recientemente, Sudán del Sur.
Según Project Syndicate, estos números subestiman la magnitud del colapso. Para empezar, mientras que la contracción del PIB venezolano (en precios constantes) de 2013 a 2017 incluye un descenso del 17% en la producción de petróleo, excluye la caída del 55% en los precios del petróleo durante ese periodo. Las exportaciones de petróleo cayeron 2200 dólares per cápita de 2012 a 2016, de las cuales 1500 dólares se debieron a la caída de los precios del petróleo. Son números brutales dado que los ingresos per cápita de Venezuela en 2017 son de menos de 4000 dólares. En otras palabras, mientras que el PIB per cápita se redujo en un 40%, el ingreso nacional, incluido el efecto precio, cayó un 51%.
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Los países suelen amortiguar dichos choques negativos de precios dejando a un lado algo de dinero en tiempos buenos y pidiendo prestado o utilizando esos ahorros en tiempos difíciles, de modo que las importaciones no deben disminuir tanto como las exportaciones. Pero Venezuela no podía hacer eso porque había utilizado el auge del petróleo para sextuplicar la deuda externa. Los excesos en los buenos tiempos dejaron pocos activos para liquidar en tiempos malos y los mercados no estaban dispuestos a prestar a un prestatario sobrendeudado.
Tenían razón: Venezuela es ahora el país más endeudado del mundo. Ningún país tiene una deuda externa pública más grande en proporción al PIB o las exportaciones.
El Gobierno decidió recortar las importaciones manteniéndose al día en el servicio de la deuda externa, sorprendiendo repetidamente al mercado, que esperaba una reestructuración. Como consecuencia, las importaciones per cápita disminuyeron un 75% en términos reales entre 2012 y 2016, con una nueva disminución en 2017.
Inevitablemente, en el país con mayor inflación del mundo los niveles de vida se han derrumbado también. El salario mínimo -que en Venezuela es también el ingreso del trabajador medio debido a la gran proporción de asalariados- disminuyó en un 75% (en precios constantes) de mayo de 2012 a mayo de 2017. Con el salario mínimo, los venezolanos pueden comprar menos de una quinta parte de los alimentos que los colombianos tradicionalmente más pobres se pueden permitir con el suyo.
Los ingresos considerados “de pobreza” aumentaron del 48% en 2014 al 82% en 2016, según una encuesta realizada por las tres universidades más prestigiosas de Venezuela. El mismo estudio encontró que el 74% de los venezolanos perdió involuntariamente un promedio de 8,6 kilos. El Observatorio Venezolano de Salud señala un aumento de la mortalidad de los pacientes y un aumento de 100 veces en la muerte de recién nacidos en los hospitales en 2016. Sin embargo, Maduro ha rechazado reiteradamente las ofertas de ayuda humanitaria.
Según el índice de libertad económica de la fundación Heritage, este año Cuba ha subido 4,1 puntos mientras que Venezuela ha caído 6,7. Con estas variaciones, Cuba asume 33,9 puntos sobre 100 en libertad económica, mientras que Venezuela, por primera vez, quedaría por debajo de Cuba al obtener 27, lo que lo sitúa como el penúltimo país con menor libertad económica, sólo por delante del Corea del Norte (4,9 puntos). Las razones por las cuales Venezuela queda por detrás de Cuba se deben a cuatro conceptos: derechos de propiedad, integridad del gobierno, libertad monetaria y salud fiscal.
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Los problemas de Venezuela no son sólo políticos. Para hacer frente a la catástrofe económica que el Gobierno ha causado, el país requerirá el apoyo concertado de la comunidad internacional.