Opinión - On Line

Un mercado de valores peculiar…

Enero es conocido por ser el mes en que emprendemos nuestras promesas y metas para el nuevo año, cargadas de optimismo para lograr su realización.

Marcela Chaverra
1 de febrero de 2013

Sorprendentemente el mercado accionario americano no se quedó atrás en el cumplimiento de metas no previstas para el comienzo de año: llegar a los niveles más altos desde 2007, generar el mejor retorno de enero en los últimos 16 años, terminar el mes con ganancias positivas a pesar de una contracción trimestral en la economía, y ubicarse a menos de 5 por ciento de los altos históricos del mercado accionario estadounidense. Sin duda, un mercado de valores peculiar.

No sabemos a ciencia cierta si el mercado tiene más metas pendientes a cumplir este año, pero tiene toda la cara y es de esperarse que alcance otro objetivo, y sea alcanzar altos record en su historia a pesar de una economía lánguida a nivel global.

Los inversionistas optimistas justifican que las ganancias realizadas del mercado están siendo generadas por las tasas de interés históricamente bajas que son conducidas por las políticas expansivas de los bancos centrales, arrasando las ganancias del universo de renta fija.

Además afirman que existe un leve alivio al estancamiento mundial de las economías y que es de esperarse una reactivación en el corto plazo. Por otro lado, los inversionistas pesimistas creen que el mercado se encuentra en una “burbuja de liquidez” con los minutos contados para explotar una vez el mercado alcance a marcar la cinta con nuevos altos y las tasas empiecen a subir.

Si ponemos en la balanza ambas posiciones, honestamente ambas posiciones tienen la razón y el mercado podría tomar cualquier dirección basado en las premisas anteriormente mencionadas. Sin embargo, es entendible que para el lector sea sumamente frustrante no encontrar ningún resultado concreto de la dirección del mercado en, por lo menos, la primera mitad de 2013.

Sin embargo, lo que si nos puede ayudar es cuál de las dos posiciones opuestas tiene mayor preponderancia el día de hoy.

Los inversionistas pesimistas le suman a su posición el hecho que en Europa todavía hay un problema crítico por resolver, y aunque la crisis esté anestesiada temporalmente, sólo es cuestión de tiempo que los índices crediticios vuelvan a permear el pánico en los mercados.

No cabe duda que los supuestos de los inversionistas pesimistas tienen todo el sentido y la validez, pero es fundamental observar que las variables que están conduciendo la dirección del mercado son las que enuncian los inversionistas optimistas, y que a decir verdad, tienen mayor relevancia en la actualidad. Durante el mes de enero, $39 mil millones de dólares entraron a fondos mutuos de renta variable, más del doble de cantidad para el mismo periodo comparable en 2012.

La alternativa de inversión al día de hoy es invertir en el patrimonio de las empresas las cuales están experimentando apreciaciones interesantes y ofreciendo dividendos para nada despreciables. La garantía del trabajo “omnipotente” de los bancos centrales todavía tiene suficiente agente extintor para apagar el fuego por un tiempo más (aunque sea limitado).

No obstante, el mercado accionario probablemente no tendrá la humildad para aceptar su frustración de no tener más fuerza para seguir escalando, y será el mercado de crédito el que tendría indicios muy importantes para avisar cuándo es necesario abrir el paracaídas y señalar la necesidad de buscar una estrategia óptima de inversión ante el cambio de tendencia del mercado accionario.

* Portfolio Manager/Managing Partner
Latmark Asset Management, LLC