JULIANA SÁNCHEZ TRUJILLO

¡S.O.S. la ciencia e innovación se hunden!

La posible reducción de presupuesto de Colciencias para el 2018, amenaza los desarrollos de ciencia e innovación del país. ¡No es hora de callar!

Juliana Sánchez Trujillo, Juliana Sánchez Trujillo
30 de agosto de 2017

En las últimas semanas ha sido mucha la polémica que se ha generado con el borrador del Presupuesto General de la Nación para el 2018, principalmente por el gran recorte de presupuesto que se hace al deporte y a la ciencia. El primero ha sido altamente documentado por las voces de deportistas que están llamando la atención sobre esta situación. El cuanto al segundo, si bien se ha hecho eco, las manifestaciones han sido más tímidas. Sin embargo, este no es el momento de callar; docentes, científicos y centros educativos del país, ¡No podemos permitir que se reduzca el presupuesto de Colciencias en un 42%! Si queremos convertirnos en la tercera economía de Latinoamérica y construir una Nación enfocada a la innovación y el desarrollo, contar con una reducción de los recursos no va a llevarnos a ningún lado.

También le puede interesar: El problema de entender el problema

Es cierto que el presupuesto aun no ha sido aprobado por el Congreso, pero resulta altamente preocupante que siquiera se esté considerando tan drástica reducción de capital. Acciones como ésta, seguirán legitimando la fuga de cerebros, especialmente de las personas que cuentan con doctorado y postdoctorado, pues si no hay dinero suficiente para invertir en la ciencia, no habrá suficientes vacantes para que estas personas encuentren posibilidades de empleo, haciendo que otros destinos, donde sus habilidades sí son requeridas, se vuelvan mucho más atractivos.

Pero la pérdida de científicos es solo una de las potenciales consecuencias a las que nos enfrentamos, pues esta reducción de recursos afectará también los presupuestos de investigación, particularmente en Universidad Pública, el apoyo a los doctorados tanto nuevos como actuales, reducción de becas de formación de alto nivel, a sostenibilidad de los grupos de investigación, en particular del Fondo de Investigación en Salud y la construcción de proyectos de desarrollo rural de apoyo al postconflicto, entre otros. Es decir, es mucho lo que se podría perder si esta situación no es modificada.

Le sugerimos leer: La enfermedad del siglo

Lo más indignante, es que en tiempos de postconflicto, se estima que aumente el presupuesto para defensa en un 8%,  mientras que el de la Ciencia se reduce en un 42%. En tiempos de crisis hay que invertir en investigación y desarrollo, no en la guerra; pues es esto lo que realmente cambia el panorama de crecimiento. Si no es claro, solo basta con ver el ejemplo de Corea del Sur, que al invertir fuertemente en investigación, de la mano de la empresa privada y la academia, ha logrado convertirse en potencia tecnológica y de innovación.

El Índice Global de Innovación ya demuestra que somos muy buenos para importar tecnologías, pero no para producirlas. ¿Cómo podremos mejorar este indicador ahora que no hay presupuesto?

Por supuesto este es un llamado, no para echarse a la pena, para expresar toda nuestra ira o ser violentos; sino que es un llamado de atención frente al desarrollo y la coherencia. ¿Cómo nos vamos a convertir en la tercera economía de Latinoamérica si escasean los recursos para invertir en investigación y desarrollo? ¿Cómo convertirnos en una Nación enfocada a la innovación? Los retos son muchos, por eso no es hora de retroceder, sino de avanzar.

Lea también: El modelo de negocio más allá del papel