MARIO VALENCIA

Reindustrializar, es la prioridad

El Plan de Desarrollo del próximo gobierno debe referirse específicamente a qué política establecerá para evitar que también estos se acaben y sean reemplazados por más minería, comercio, intermediación financiera o aplicaciones que no crean riqueza nacional.

Mario Valencia, Mario Valencia
9 de abril de 2018

Está en manos del próximo gobierno colombiano decidir si quiere que Colombia tenga industria o si seguirá apostándole al milagro de los precios del petróleo. Las estadísticas recopiladas por el DANE demuestran la importancia de las manufacturas en el aparato productivo nacional y el costo que ha tenido la desindustrialización de las últimas décadas.

Un estudio elaborado por el Grupo Proindustria analizó la Matriz Insumo-Producto en los años 2005, 2010 y 2015. Durante este periodo, la relación que se da entre los diferentes sectores de la producción, es decir, qué tanto participa un sector en la producción de otro sector, se mantuvo prácticamente inalterada. Esto significa que no se ha presentado un mayor avance para fabricar bienes con sofisticación y complejidad. De hecho, el 30% de los coeficientes técnicos de producción es nulo, así que no hay ninguna interrelación entre los insumos que se utilizan y los productos que se generan.

El sector manufacturero preocupa más. La industria es la que más pierde interrelación en su producción, mientras los servicios son los que más ganan participación en la correlación de coeficientes que generan nula o poca interacción entre insumo-producto. Traducido, significa que la producción de cosas importantes pierde en los últimos años y la de cosas no importantes gana participación. Cada vez somos menos capaces de producir riqueza que valga la pena.

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La desindustrialización del país se puede evidenciar también cuando se analizan los encadenamientos productivos. Los sectores independientes, aquellos que no generan encadenamientos ni hacia adelante ni hacia atrás, pasaron de ser el 31% en 2005 a 36% en 2015. El comercio es uno de ellos.

Del sector minero-energético solo uno es considerado como estratégico, es decir, que genera encadenamiento hacia adelante: la refinación de petróleo. Aun así el gobierno de Santos engañó a los colombianos al no modernizar la refinería de Barrancabermeja y nos esquilmaron con la de Cartagena.

De los que generan encadenamientos hacia atrás, los sectores impulsores, 60% son industriales. Finalmente, los sectores claves, que generan encadenamientos hacia atrás y hacia adelante, fueron menos en 2015 que en 2005. El subsector de maquinaria y equipo, por ejemplo, uno de los de mayor valor agregado por su grado de complejidad, dejó de ser clave, como resultado de las importaciones.

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Entre los que siguen siendo claves, el 73% son industriales y sobre ellos debe enfocarse la política de estímulo y protección en materia de desarrollo. Son sectores que todavía existen, a pesar de que al Estado colombiano ha emprendido medidas gubernamentales anti-manufactureras, como una Política de Desarrollo Productivo, que solo es un discurso sin ninguna estrategia en Ciencia y Tecnología, por ejemplo. O la firma de acuerdos internacionales que someten a la industria a una competencia desleal.

Las consecuencias han sido contundentes: de 22 millones de ocupados hay 11 millones en el rebusque y de estos cerca de millón y medio ni siquiera tienen remuneración. Eso sin contar los 2 millones de inactivos porque se cansaron de buscar trabajo. Las alternativas son trabajos de baja calidad en Uber, Rappi, Domicilios.com y otras tantas aplicaciones en que el Estado es cómplice de la violación de derechos laborales, con el argumento ridículo de que el país marcha hacia la cuarta revolución industria; solo engañan a tontos.  

Los productos de molinería, textiles y confecciones, papel, químicos, cauchos, plásticos, metalúrgicos y todas las actividades derivadas de la industria automotriz, son los sectores claves, según la Matriz Insumo-Productos. El Plan de Desarrollo del próximo gobierno debe referirse específicamente a qué política establecerá para evitar que también estos se acaben y sean reemplazados por más minería, comercio, intermediación financiera o aplicaciones que no crean riqueza nacional.

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