OPINIÓN ONLINE

¿Qué pasará con las inversiones latinoamericanas si Trump gana?

El 2016 ha sido el año de las grandes sorpresas, donde los escenarios irracionales han sido la nueva realidad.

Manuel Restrepo
7 de noviembre de 2016

Brexit’ fue la mejor lección que tuvimos para aprender que una victoria de Trump no es un chiste utópico de los medios, sino una posibilidad tangible con grandes implicaciones para nuestro entorno latinoamericano.

De acuerdo a los más recientes resultados de las encuestas electorales a principios de noviembre, es posible observar cómo la carrera entre ambos candidatos es cada vez más reñida, donde observamos que Clinton tiene una ventaja de sólo 32 puntos en el colegiado electoral (que es donde verdaderamente se definen las elecciones en EE.UU), una diferencia que prácticamente la definen 4 estados que muestran una clara indecisión: Pensilvania, Virginia, Michigan y Carolina del Norte.

Mala noticia, mala reacción

Sin embargo, los diversos comentarios sobre el impacto que puede tener una victoria de Trump sobre la economía mexicana son sólo un reflejo de los impactos que pueden suceder en la región latinoamericana y sobre todo la conclusión de que Donald Trump como presidente de los Estados Unidos definitivamente no es una buena noticia para la región.

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México experimentaría un gran recesión (probablemente una caída del 4% en el PIB para 2017) por una fuerte fuga de capitales del país como consecuencia de las restricciones arancelarias ante una revisión del Nafta, con grandes efectos en sectores exportadores como es el sector automotriz (el cual podría experimentar hasta un 35% de arancel a los vehículos que se exporten a EE.UU).

Asimismo la disminución en remesas y las restricciones migratorias sumarían al detrimento del sentimiento de inversionistas extranjeros y locales, generando fuertes depreciaciones en el peso mexicano y una disparada en las cifras de inflación. El índice accionario IPC (Mexbol) podría tener caídas de hasta 20% de los niveles actuales, es decir por debajo de los 40 mil puntos y un peso mexicano superior a los 21 en relación con el dólar.   

¿Y qué pasaría además del ‘chile’ mexicano?

Brasil sería otro de los países afectados ante la falta de buenos fundamentales macroeconómicos que no le ayudarían a sufrir el ‘coletazo’ negativo que castigaría a los mercados emergentes, en donde Brasil es uno de los protagonistas. Sin embargo, mi mayor preocupación para Brasil no viene por el impacto directo en su relación comercial con EE.UU, sino el impacto de un ‘aterrizaje forzoso’ del Gigante Asiático como consecuencia de un incremento en tarifas arancelarias y por ende, reducción dramática en las exportaciones a su principal cliente comercial. Se estima que un impuesto arancelario de 45% a las exportaciones de China a EE.UU podrían reducir dichas exportaciones en un 87%. En este caso, es factible observar el índice Bovespa nuevamente en niveles cercanos a los 55 mil puntos (una caída de 17%), y el real brasilero volviendo a niveles de 3,5 en relación con el dólar.

Chile se debería ver afectado por una caída en el cobre ante la desaceleración de ese país, con posibilidad de que el índice accionario IPSA logre niveles inferiores a 4 mil puntos (una caída de 6%) y el peso chileno cotizando nuevamente por 670, aunque se espera un efecto menor que en el caso de México y Brasil.

Finalmente, en el caso de Colombia y Perú, estos deberían ser los países menos afectados (aunque sin duda en territorio negativo) dada la expectativa de un alza en los precios del petróleo y el oro como consecuencia de la mayor incertidumbre geopolítica y desaceleración económica en EE.UU, generando un contrapeso a los efectos negativos de las restricciones comerciales y migratorias, además de la fuerte desaceleración económica a nivel global. Esto implicaría el índice colombiano Colcap estar cotizando en los 1.300 puntos (-4%), y una depreciación superior a 3,150 en el peso colombiano, y el índice MSCI Perú en 1.100 puntos (-7%), y una depreciación por niveles de 3,42 para el sol peruano.

Por último, aunque falte detallar otros países de la región que tienen menor profundidad en sus activos financieros, es claro afirmar que la victoria de Trump sería un ‘Game Over’ para la fiesta de ganancias que hemos visto este año en América Latina. 

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