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¿Qué líder soy?

El tema de liderazgo está bien trillado en la jerga organizacional. Toda la vida hemos hablado de líderes y lo hemos escuchado desde niños seguramente en el colegio. Liderazgos negativos y positivos decían en mi época.

Claudia Varela
10 de abril de 2016

Siendo bien académicos podemos recordar a Daniel Goleman y sus estilos de liderazgo para entender que dentro de una personalidad y modelo de gerenciamiento pueden requerirse diversas formas dependiendo de los momentos del equipo, la organización, el nivel de importancia de las decisiones y los perfiles de los miembros del equipo.

Hoy hago un breve resumen de estos estilos para que pensemos, ¿Qué tan líder soy? ¿Qué tanto inspiro a los demás? ¿Cuál es mi capacidad de influir en otros? y ¿Hasta dónde realmente me conozco como líder?

1. El líder visionario. Este es empático, cree en la visión de equipo, realmente inspira, contribuye a que el “sueño” del equipo se haga realidad. La mejor manera de describir a este líder es pensar que invita a todos a tener un sueño compartido… atención que es diferente un sueño compartido a una meta de ventas. Los entrenadores  deportivos son muy buenos ejemplos. Lo bueno de este líder es que no solo es jefe, es respetado por su capacidad de decisión y acción . Si hay que tomar medidas impopulares pero que salvaguardan al equipo lo hace.

2. El líder coach. Escucha mucho y ayuda a la gente a identificar sus fortalezas y debilidades en aras de su propio desarrollo. Delega y empodera. Conecta a los miembros del equipo con las metas de la organización. ¿Cuál puede ser el riesgo de este estilo? Pensar demasiado en el individuo y no en el coach total del equipo como estructura. La falta de tiempo es otro factor ya que este modelo requiere mucha atención uno a uno

3. El líder afiliativo. Absolutamente amistoso, social, promueve la armonía y los lazos emocionales del equipo. Empático y solucionador de conflictos. Crea espacios de mucha armonía debido a que promueve la conexión de unos con otros. Es un líder muy humanista. Es muy bueno en momentos de dificultad, su gran fortaleza son las conexiones. Este líder es muy positivo en cualquier estilo de organización, pero cuidado que no puede ser siempre el que predomina. No puede perderse la objetividad en las metas del equipo y las áreas  de mejora de sus miembros (que siempre habrá).

4. El líder democrático. Excepcional escuchando, constructor de equipos., colaborador e influenciador. Aprecia muchísimo el input de los demás, realmente compromete a los miembros de su equipo ya que las decisiones no son autocráticas sino tomadas entre todos. Este es un modelo muy valioso para una organización. Habría que cuidarse mucho de visualizar que hay momentos donde se requiere la toma decisiones rápidas y no pueden ser consensuadas y el equipo debe entenderlo y reconocerlo. El gran riesgo de este estilo único de liderazgo es que pueda volverse lento e ineficiente ya que pueden demorarse mucho las decisiones, pero bien manejado es un modelo exitoso.

5. El líder “marcador de ritmo” (Pacesetting) Este es muy orientado a resultados, tiene unos altos estándares de exigencia y cumplimiento de metas. Con iniciativa, proactivo, impaciente. Bajo en empatía y colaboración, muy numérico y puede ser micro-manager. Llega a grandes resultados y metas , gran vendedor. Realmente este no es un líder muy inspirador ni constructor de equipos, su única meta son los resultados y el QUÉ sin preocuparse por el CÓMO. Grandes riesgos en compromiso, retención de talentos, influencia. Como directores debemos entender bien estos perfiles porque pueden llegar a grandes resultados pero hacer daño a los equipos.

6. El líder de comando. Autocrático. “Hazlo por que yo te lo digo”. Contamina el ambiente, obviamente inspira poco, el respeto lo gana por su jerarquía no por su afiliación y management. Puede ser bueno en momentos de crisis ya que da direcciones claras. Para mi, está lejos de ser mi estilo favorito.

Queda entonces la pregunta de ¿Qué líder soy yo? ¿Cuál me creo que soy y cuál me interesa desarrollar más? Como directores debemos no solo ser líderes que inspiran, sino formar a aquellos que van en camino para que sean buenos influenciadores y construyan equipo en el largo plazo.