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¿Qué nos depara el incremento del dólar?

Los eventos que han sucedido desde mitad del 2014 configuran lo que parece ser el fin de un periodo de prosperidad y la entrada a uno momentos más complicados para el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.

Invitado
24 de marzo de 2015

Por David Alejandro Barguil*

El precio del petróleo, seguido de una caída en las exportaciones, acompañado de presiones inflacionarias y perspectivas de caídas en la demanda, plantean serias dudas sobre el futuro de la economía nacional.

El comportamiento del dólar hace temer que vivamos una devaluación no vista desde 2003 cuando el tipo de cambio llegó a $2.968 por dólar. Las causas de la reciente devaluación han sido ampliamente cubiertas por los expertos. El petróleo ha tocado fondos que no se veían desde el 2009, disminuyendo la cantidad de dólares que entran a nuestra economía haciéndolo más escaso y caro.

Al mismo tiempo, las expectativas económicas de Estados Unidos continúan siendo positivas lo cual atrae al país del norte capitales que se encontraban en economías emergentes como la nuestra, que después de un periodo de buen crecimiento, tienen expectativas a la baja. Esto último, incrementa la demanda de dólares agregando una presión adicional al alza para la moneda norteamericana.

Los grandes ganadores de este fenómeno son los exportadores y los perdedores en este caso son los importadores y quienes consumen estos bienes. El problema según cifras del DANE, es que el tamaño de las importaciones no se vio afectado por el fenómeno pues en diciembre estuvieron en US$5.220 millones, 129 millones más que el promedio del año y 10,7% más que el mismo periodo del año anterior, mientras que las exportaciones se ubicaron en 3.767 millones, 798 millones menos que el promedio del año y presentó una caída frente al mismo periodo del año anterior de 28,5%, alcanzando los niveles más bajos desde enero de 2011, este fenómeno estuvo impulsado principalmente por una caída del 46% en el sector de hidrocarburos.

Algunos expertos dicen que con el beneficio del precio del dólar, los exportadores deben ser generadores de empleo e ingresos tributarios que compensen la caída de los ingresos del petróleo. El problema es que el peso del petróleo sobre las exportaciones tradicionales ha sido hasta del 85%, e incluso con esta caída pronunciada, sigue siendo del 63%. Ya la Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo anunció huelga por la posibilidad de pérdidas de empleo, además hay que tener en cuenta que muchos de estos puestos son de alta calidad y remuneración. Pese a lo que dicen los expertos, la incertidumbre sobre las expectativas de crecimiento de la industria ponen en duda la incorporación de empleados por parte de los exportadores de sectores distintos a hidrocarburos, pues estos podrían hacer uso de sus inventarios, ya que si se revierte la situación económica, los reajustes en la planta laboral resultarían más costosos; esto debido a las rigideces típicas introducidas por las normas laborales.

Pero las perspectivas siguen sin ayudarnos debido a que con un aumento generalizado de los precios de bienes importados, los colombianos nos vemos en la necesidad de reducir su consumo o cambiarlos por producción nacional, pero, ¿qué tan sustituibles son por ejemplo los productos de tecnología? Erradamente medios de comunicación señalan que el aumento de los precios y la caída de la demanda de los celulares obedece al fin de las cláusulas de permanencia, pero en el mismo análisis fallan aislando el efecto cambiario debido a que ante una situación como la que actualmente viven los usuarios, se disminuye la demanda de esta clase de bienes, porque a diferencia de los agrícolas, el calzado o la ropa, los bienes tecnológicos no son de fácil sustitución.

Para terminar, veo con preocupación el último informe del DANE sobre el crecimiento del IPC. El indicador de precios creció en 1,15% comparado con el 0,63% del mismo periodo en el año anterior. Esto implica una inflación del 4.36% que está por encima de la meta de largo plazo del Banco de la República. Los productos con mayor incremento son típicos del bolsillo de los colombianos, papa con 73$, frijol, arroz, yuca y algunas hortalizas con aumentos entre el 29% y el 30%.

Con las perspectivas que hay de exportaciones bajas, caídas en los ingresos del estado, aumento en la carga tributaria para las empresas, mayores costos de bienes importados, presiones inflacionarias, entre otros, se puede pensar que este año será de los más difíciles que tengamos que afrontar los colombianos y el gobierno de del Presidente Santos, especialmente de cara a la ejecución de lo planteado en el Plan de Desarrollo que propone inversiones por $703 billones, de los cuales 240 vendrán del sector privado.

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Representante a la Cámara