Opinión On-line

Sin paraíso fiscal

Como un reversazo acomodado, solo así se puede interpretar la decisión del gobierno de excluir de la lista de paraísos fiscales a Panamá. Opinión de Alberto Naranjo.*

Invitado , Invitado
27 de octubre de 2014

Mientras la diplomacia celebra, los expertos sostienen que Colombia volverá a poner al país vecino en la lista negra y Panamá volverá a amenazar con su “ley de retorsión”.

Hace unos días y después de reuniones y negociaciones, Colombia sacó de la lista de países catalogados como paraísos fiscales a Panamá. Se escuchó entonces decir al Ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas, que después de la negociación el país había quedado mejor que antes de la declaratoria.

Su argumento, nada más ilusorio, fue que ahora sí Panamá se va a poner juicioso y va a colaborar con las autoridades colombianas en compartir información financiera y tributaria; y con ello se logrará por fin firmar un acuerdo de doble tributación. El plazo para que esto suceda es septiembre de 2015. ¡Amanecerá y veremos!

¿Cómo entender que Colombia quedó mejor después de sacar a Panamá de la lista de paraísos fiscales? La única forma de entenderlo es asumiendo que el país vecino efectivamente firmará un acuerdo de doble tributación con Colombia y que siguiendo los estándares en el tema de intercambio de información financiera fijados por la OCDE, dicha colaboración será efectiva en septiembre del próximo año.

Como diríamos los economistas, ¡qué supuesto! Lo que se piensa entonces es que con esta decisión se consiguió que en dos semanas el país caribeño dijera que se sentará a hablar sobre el intercambio de información y una posible firma de un acuerdo en un año. Obviamente, si se piensa que se llevan años tratando de que Panamá tenga en cuenta esta decisión, pues lo conseguido es un gran avance.

Sin embargo, bien saben los negociadores que entrar en una disposición a negociar es algo muy distinto a firmar un acuerdo en el que se logre obtener muchas de las cosas que se quieren. Pues entiéndase que entrar a negociar no es firmar todo lo que se anhela, siempre hay dos partes. O si no que lo diga la mesa de paz en la Habana.

Así la cosas un escenario posible en un año será el mismo con el que nos hemos encontrado en las últimas dos semanas: Colombia volverá a poner a Panamá en la lista de paraísos fiscales y el país caribeño volverá a amenazar con su “ley de retorsión”. No hay garantía con lo firmado hace unos días que esto no pueda pasar.

¿Pero entonces por qué se firmó? Porque Panamá gana tiempo con su no inclusión en la lista y Colombia evita la retaliación que generaría una mala imagen para el Presidente, su siempre talón de Aquiles.

Y a propósito, quizás con lo sucedido otros serían también los ganadores. Todos los inversionistas que cuentan con la inmunidad que les ha otorgado el gobierno panameño podrán tener un año de plazo para pensar qué hacer con su plata y cómo evitan el pago de impuestos en Colombia que se vendrá con un posible intercambio de información.

Muy seguramente veremos en los próximos meses cómo nuevos destinos serán utilizados para las inversiones de portafolio que buscan un lugar seguro y cómo el gobierno panameño tratará de negociar con Colombia para que esta fuga de capitales de su país sea lo menos posible.


* Director del programa de Economía y Finanzas de la Universidad de La Sabana