ÁNGEL PÉREZ MARTÍNEZ

El plan educativo de Cartagena que necesita apoyo de la nación

Un grupo de expertos en educación, quienes viven en Cartagena, elaboraron el Plan Maestro de Educación Cartagena 18-33, cuyo contenido y retos para mejorar la educación de la Ciudad el país debería conocer y apoyar.

Ángel Pérez, Ángel Pérez
12 de marzo de 2018

La preparación del Plan educativo se inició bajo el liderazgo de la Fundación Mamonal en alianza con actores del sector público y privados. El documento menciona la Secretaría de Educación de Cartagena y organizaciones como la Universidad Tecnológica de Bolívar -UTB-, el Observatorio de la Educación, el Programa de las Naciones unidas para el Desarrollo – PNUD- y ARGOS. Los autores son personas reconocidas por el sector educativo de Cartagena, Alexandra Herrera Puente (Fundación Mamonal) y Julio Alandete Arroyo (exsecretario de educación y exviceministro de educación), así mismo, contó con la participación de William Arellano, Decano de la facultad de educación de la UTB, entre otros.

Además, de buscar que el Plan sea un instrumento de planificación y gestión que oriente la política pública en el sector educativo, el propósito central del Plan Maestro de Educación es convertirse en referente para lograr una gran movilización social en Cartagena alrededor del mejoramiento de la educación. El compromiso de los cartageneros con la educación es considerado por el Plan como un paso necesario para ayudar a superar la pobreza y alcanzar mejores niveles de desarrollo humano. Este punto explica por qué en el proceso de construcción del Plan se realizaron más de 60 encuentros y mesas técnicas, donde participaron cerca de 2.500 personas: maestros, directivos docentes, administrativos, equipos de apoyo, padres de familia, estudiantes, representantes de organizaciones relacionadas con el sector educativo, gremios, empresarios y comunidad en general.

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El Plan cuenta con un diagnóstico que prueba, una vez más, que la educación de Cartagena no es de buena calidad y que en la Ciudad existen enormes diferencias sociales que afectan a los niños que viven en los barrios y hogares más pobres. Por ejemplo, en el documento se sostiene que el promedio de años de educación en el Barrio El Pozón, es de 6.4 años, mientras que en el barrio Crespo alcanza los 9.2 años.

El diagnóstico del Plan en temas como infraestructura y dotaciones escolares no escapa a lo que ocurre en el país. En el año 2017, la prestación del servicio educativo en Cartagena estaba distribuida en 371 establecimientos, 105 oficiales, que funcionan en 197 sedes educativas, y 266 privados. Según las entrevistas realizadas en 69 establecimiento educativos oficiales, el 58% de la dotación se encontraba incompleta. La mayoría, de quienes contestaron, coinciden que las sedes educativas adolecen de tableros, escritorios, sillas (tanto para maestros como para estudiantes) y materiales lúdicos pedagógicos; algunos sostuvieron que las dotaciones existentes, además de estar incompletas, se encuentran en mal estado.

También, la caracterización del Plan señaló que la matrícula de la educación básica y media de Cartagena disminuyó el 16%, al pasar de 268.266 a 225.114 en el periodo 2010-2016. Se resalta que el 75% de los estudiantes asisten a colegios oficiales y que la matrícula oficial decreció el 20,5%, mientras que la matricula privada se mantuvo. Así mismo, la cobertura educativa neta (relación entre grado escolar y edad) es baja, 78%. En el 2016, las tasas netas más críticas son preescolar 64% y la media 51%.

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En Cartagena, la tasa promedio de aprobación en los últimos 7 años (2010-2016) es del 86%. Se destaca que para el nivel de secundaria es del 82%, es decir, 18 de cada 100 estudiantes de secundaria reprueban el año. En el periodo 2016-2017, de 7.958 jóvenes que reprobaron en básica secundaria y media, 1.871 no regresaron. Para 2015, el 15% de los jóvenes entre 18 y 24 años no estudiaban y no obtuvieron el título de bachiller, la mayoría de ellos vivían en sectores vulnerables de la ciudad.

Sobre la calidad de la educación la caracterización que realiza el Plan Maestro de Educación muestra que los resultados de los estudiantes de Cartagena están por debajo de los promedios nacionales. Además, existen brechas a favor de los colegios privados y entre la educación urbana y rural. El 91% de los establecimientos educativos rurales están en categoría D y ninguno en categoría alta, superior o muy superior

La clase dirigente de Cartagena y el sector educativo deben comprometerse con el Plan Maestro de Educación. El Plan tiene retos definidos, mediante metas precisas, fáciles de evaluar y de hacerles seguimiento, año a año. Metas para alcanzar la jornada única, mejorar la cobertura y calidad de la educación inicial, la construcción de colegios, la formación de los docentes y otros. El Plan Propone metas precisas como incrementar la tasa de Cobertura neta, sin extra-edad, de 79% en 2016 a 93% en 2033. Para mejorar la calidad de la educación básica y media se determinan diversas acciones, todas pertinentes, y se propone como meta, entre 2016 y 2029, pasar del 18% al 80% los colegios oficiales de Cartagena clasificados en las pruebas saber 11° en niveles altos, superior y muy superior.

Para lograr las metas del Plan faltan recursos, la nación debería comprometerse y Cartagena también. La Ciudad debe invertir más en educación, Bogotá es un buen ejemplo, desde la administración de Garzón, duplica la inversión que por estudiante le transfiere la nación a través del SGP. Cartagena también puede.  

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