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¿Pinta bien el panorama automotriz de 2017?

En Colombia, la industria automotriz ha reflejado recientemente un bajo dinamismo en cuanto a la demanda del mercado por vehículos nuevos. Aunque el año pasado se vio influenciado por aspectos económicos y políticos que bajaron las ventas, en 2017 se prevé mayor estabilidad y un sutil crecimiento sectorial.

Raúl Ávila Forero
13 de enero de 2017

Aunque el desempeño del sector automotriz a nivel mundial es prometedor en cuanto al nivel de ventas, Colombia cerró año con cifras a la baja en la adquisición de nuevos vehículos, en donde se destacaron las marcas de los segmentos medio y bajo. Parte de ello es atribuible a la reducción en el consumo de los hogares por aumentos en el índice de precios, que conlleva a un bajo poder adquisitivo para este mercado, las altas tasas de interés que se mantienen actualmente, y a la fuerte apreciación cambiaria de los últimos años, que ha incrementado la relación de precio de los automóviles importados.

En 2016, los vehículos nuevos negociados sumaron un total de 253.395 unidades, una caída del 10,5% respecto al desempeño de 2015. las marcas que registraron mayores ventas fueron Chevrolet, Renault, Kia y Nissan, que han mantenido agresivas estrategias de mercadeo para estar manteniéndose en los primeros lugares.

Lo mismo ocurrió en el segmento de las motocicletas, registrando una caída del 15% aproximadamente en la venta de los modelos recientes, pasando de 606.119 unidades en 2015 a 514.151 a finales del año pasado.

De igual manera, también se han presentado tendencias a la baja en las importaciones de vehículos en los últimos años. Esto se debe, parcialmente, a la consolidación de la industria de ensamble de automotores en Colombia, lo que ha permitido una mayor participación en el mercado nacional y ha incentivado las exportaciones hacia países latinoamericanos como México, Ecuador y Perú. Algo destacable en el desarrollo de nuestra industria, dejando en evidencia su evolución, y los gigantescos retos que se deben afrontar a nivel empresarial para dar impulso al desarrollo del sector automotriz por cuenta propia. Por otra parte, la tasa de cambio sí que ha influenciado en la baja de compra de vehículos extranjeros.

De otro lado, los vehículos usados se han convertido en una opción ampliamente negociada en el mercado nacional, estimándose para el año de 2016 un aumento del 7% tranzado con respecto al 2015. A pesar del fuerte impacto que ello puede generar en la demanda para la adquisición de nuevos modelos, factores como la desaceleración económica, la tasa de intervención y los altos precios de la gasolina afectan directamente la demanda que, ante la búsqueda de alternativas para transporte particular, hallan una mayor viabilidad en adquirir modelos de segunda mano, gracias a la rápida depreciación que sufren los automotores.

Ahora bien, en cuanto a motocicletas, Colombia es uno de los países que destacan en su producción gracias al posicionamiento de los procesos de ensamble. Particularmente en las ciudades grandes e intermedias se evidencia una alta concentración de estas, debido a los bajos costos que representan, ventajas respecto al pico y placa, la congestión vehicular y la percepción de ineficiencia del transporte público por parte de sus usuarios.

Sin embargo, ante el panorama sombrío que nos deja el 2016, las estimaciones para este nuevo año son mucho más alentadoras para el sector. Según la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores, Andemos, se visualiza estabilidad en el mercado gracias a la revaluación del peso, aspecto que podría compensar el impacto del IVA acordado finalmente en un 19%. De igual forma, se espera una disminución en la tasa de inflación, lo que repercutiría en mayores posibilidades de compra por parte de la potencial demanda.

La sensibilidad que presenta el sector también se hace notar en cuanto a sostenibilidad ambiental se refiere. Progresivamente, ha surgido una preocupación a nivel mundial por las emisiones que generan los automotores, en donde la congestión vehicular toma protagonismo en la contaminación, especialmente en las grandes ciudades. Varios países han migrado a una gestión eficiente del transporte público, o el uso de medios alternativos que sean amigables con el medio ambiente. Noruega recientemente aprobó que, en 2019, dejará de vender autos con gasolina o diésel.

Colombia por su parte, ha venido impulsando el uso de vehículos eléctricos y la potencial utilización de vehículos con autogas, para disminuir el impacto ambiental.

2017 se visualiza esperanzador para el sector automotriz en la venta de nuevos modelos vehiculares, pudiendo llegar las ventas de vehículos nuevos a una cifra cercana a las 265.000 unidades. Como muchos analistas lo mencionan periódicamente, se deben anticipar medidas para afrontar la gran congestión que hoy tenemos en gran parte de las vías de las grandes ciudades del país, donde existen registrados entre automóviles y motocicletas más de 12.8 millones. Un aspecto clave y fundamental es la eficiente gestión del transporte público, especialmente en ciudades capitales que, por lo general, concentran gran parte del flujo vehicular. En especial, la aprobación del documento CONPES para la construcción del metro de Bogotá se forja fundamental.