Opinión Online

¿Por qué la Reserva Federal quiere que cambien el enfoque de las tasas de interés?

Una subida de tasas gradual implica más chances de ajustes para Latinoamérica. Le da un respiro a la región, postergando algo de volatilidad y movimiento de capitales, al tiempo que sus monedas recuperan al menos una parte del camino hacia un mejor valor global.

Invitado
9 de noviembre de 2015

Según la cabeza de la Reserva Federal, Janet Yellen, los mercados y las instituciones financieras están muy enfocados en el “timing” o el momento en el que finalmente se subirán las tasas de interés, luego de mantenerse cercanas al nivel nulo por casi una década.
 
Sin embargo, dijo Yellen esta semana, el foco debería estar en el paso, es decir, la velocidad en la que las tasas se subirán una vez que la Reserva Federal decida moverse.
 
Esto nos dice dos cosas, por un lado, que las probabilidades de la subida de tasas de interés en diciembre son más altas. Por el otro, que aunque la Reserva Federal tome esa decisión, sus primeros pasos serán, si no mínimos, cautelosos.
 
Yellen en su testimonio frente al Congreso Estadounidense esta semana describió a la economía estadounidense como una economía con buen desempeño y con crecimiento sólido en el gasto doméstico. Además, dijo que los analistas económicos creían que la amenaza de problemas globales, que es la razón que citaron en septiembre para retrasar un aumento de las tasas, había cedido.
 
Además, repitió que en la reunión del 15 de diciembre la Reserva Federal considerará aumentar las tasas si la economía continúa creciendo para seguir agregando empleos y empuje la inflación cerca del objetivo de 2%.
 
Para Latinoamérica, un impacto gradual
 
Una vez que las tasas de interés comiencen a subir, el impacto inmediato en la región puede ser una depreciación de las monedas, por la apreciación del dólar ante la expectativa inminente de tasas. Sin embargo, con este enfoque propuesto por Yellen, el impacto puede ser mucho más gradual, ayudando a las economías a ajustarse poco a poco.
 
A nivel macroeconómico, que las tasas sigan bajas ayuda a mantener el apetito al riesgo de los inversionistas. Pero nuevamente, un aumento de tasas mínimo no generará, por lo menos al mediano plazo, una fuga de capitales abrupta.
 
Por otro lado, a la región le beneficia que por ahora no suban las tasas porque una vez que lo hagan, sus bancos centrales también se deberán ajustar a la tendencia. 
  
Una subida de tasas gradual implica más chances de ajustes para Latinoamérica. Le da un respiro a la región, postergando algo de volatilidad y movimiento de capitales, al tiempo que sus monedas recuperan al menos una parte del camino hacia un mejor valor global.