Opinión Online

La “chequera de tiempo”

¿Somos realmente gerentes de nuestro tiempo? Nuestra capacidad de generar valor se mide en la forma como logramos administrar este recurso.

Invitado
10 de noviembre de 2015

El tiempo es un recurso finito y limitado, no es acumulable ni reutilizable, entender la naturaleza de este recurso nos facilita su administración.

Muchas personas prefieren portarse como si fuese un recurso infinito, darlo por sobreentendido y pensar que el tiempo de los proyectos y el personal son cosas diferentes. Sólo cuando comprendemos que somos nosotros y nuestro tiempo los que generan y hacen crecer las cosas, empezamos a preocuparnos por entender su naturaleza y evitar ser esclavos de él.

En mi trabajo de varios años emprendiendo proyectos, empresas y procesos, me he percatado de que existen tres escalas del tiempo que debemos aprender a manejar para evitar que sea el tiempo el que nos maneje a nosotros.

La primera de estas escalas es evidente cuando acometemos un proyecto de cualquier índole, por ejemplo, un proyecto serio empresarial implica por lo menos de 3 a 5 años de nuestras vidas.

El símil que uso es saber que estamos “girando un cheque de tiempo” que una vez arrancado de la chequera ya no se puede revertir. Por eso en mis talleres sobre manejo del tiempo siempre insisto en lo importante de meditar bien las posibilidades, antes de embarcarse en algún emprendimiento nuevo. 

Cada proyecto es al final como una relación sentimental, uno debe escoger muy bien con quien desea realmente pasar su tiempo. En esta escala las cosas se miden según su relevancia y la capacidad de hacernos crecer. Hay que responderse preguntas como: ¿Estoy dispuesto a pasar 5 años trabajando en esa empresa?,  ¿tengo el espíritu para hacer lo que sea necesario, para sacar un emprendimiento nuevo adelante?, ¿realmente deseo estudiar esto?

Luego existe otra escala que tiene que ver con los hábitos que deseamos tener. Si uno desea ser bueno tocando guitarra hay que ser capaz de separar el tiempo para ensayar. Aquí la clave es la voluntad, aprender a manejar el tiempo en esta escala es aprender a manejar nuestra voluntad.

Por último está la escala en la que manejamos nuestras tareas diarias, donde debemos aprender a manejar las prioridades. Esta escala de tiempo es la que logra que se hagan las cosas, la que permite programarnos y ejecutar procesos.

Ser consciente de estas tres escalas y aprender a manejarlas es crucial en la forma como trabajamos hoy en día. 

Somos nuestro principal recurso, lo que hagamos para entender la forma como trabajamos y cómo generamos valor, es realmente la mejor de las inversiones.

Nuestra “chequera de tiempo” tiene una cantidad finita de cheques, no debemos permitir que ninguno de ellos se gire en vano.