OPINIÓN ONLINE

El espectro: La autopista de las telecomunicaciones

Aunque es un tema que compete principalmente a las agencias de telecomunicaciones, su monitoreo, regulación y gestión (para evitar interferencias) supone niveles de negociación multilateral, internacional, nacional y local, ya que de este dependen muchas esferas del desarrollo comercial, económico y social.

Invitado
31 de enero de 2016

De acuerdo con José Francisco Lozano de la Agencia Nacional del Espectro (ANE), "el espectro radio eléctrico es un conjunto de frecuencias, y es un recurso limitado intangible”. Tal como lo explica la Embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Beatriz Londoño Soto, quien el pasado noviembre 2015 estuvo presente en procesos de revisión, discusión y negociación del reglamento de radiocomunicaciones en la conferencia mundial de radio (CMR-15) en la UIT (el organismo especializado de la ONU en TICs), “el espectro es concreto y finito, pero sus implicaciones pudieran ser infinitas”, ya que sus áreas de influencia afectan entre muchas otras áreas a las telecomunicaciones, y el comercio de servicios. Dado a que el espectro, y el ancho de banda son limitados, la asignación de espectro a los gobiernos y el licenciamiento que otorgan los gobiernos tiene efectos en la utilización de nuevas tecnologías de información como lo son cloud computing, big data  y el internet de las cosas. La proliferación exponencial de estas tecnologías dependientes del internet crea un tráfico que sucumbe la conectividad, y lo cual pudiera conllevar a un colapso.  

Nuestra vida día actual se encuentra mediada por ondas que navegan en el espectro electromagnético (celulares, microondas, tv, radio, teléfonos inalámbricos, internet, sistemas de radar, routers, GPS, etc.). La energía electromagnética se mueve en ondas y en un amplio espectro de ondas de radio muy largos a rayos gama muy cortos.  La única fuente natural que es detectable al ojo humano es la luz visible. El sol es fuente de energía electromagnética y su radiación es absorbida en su mayoría por los gases de la atmosfera terrestre. Las radiaciones ionizantes (rayos x, ondas ultravioletas, y rayos gamma) pueden alterar átomos y moléculas causando daños a las células (por lo que se usan de manera deliberada y bajo situación de control para matar células cancerosas). La radiación electromagnética fue asociada al electromagnetismo por el científico inglés Michael Faraday en 1845, y subsecuente  a él, en 1865 el físico-matemático escoses James Maxwell desarrollo ecuaciones diferenciales para el electromagnetismo. 

Como es de imaginar, al ser el espectro la autopista de las telecomunicaciones, supone grandes intereses privados y estatales del orden comercial, militar, empresarial, y del avance de diferentes áreas para el desarrollo económico, cívico, social y del bienestar de la humanidad, como lo son la salud y la educación. Debido a esto, analiza José Francisco Lozano de la ANE, hay retos grandes en relación al espectro, resaltando de este la vigilancia, regulación, la maximización de este usando un espectro dinámico compartido, y al mismo tiempo la democratización de este, ya que de este depende la intercomunicación de la conexión de las personas en el planeta, pues aún hay cerca de 4 billones de personas quienes no han tenido acceso a la “revolución digital".

Según una investigación realizada en Bogotá por los investigadores colombianos Luis Fernando Pedraza, Felipe Forero e Ingrid Patricia Paz, y publicada en la revista Ingeniería y Ciencia de la Universidad EAFIT en el año 2014 “se requieren cambios en las actuales políticas de asignación permanente del espectro y la implementación de regulaciones, que permitan que prosperen en un futuro cercano las tecnologías de acceso dinámico al espectro” (p.140). 

Cabe anotar que barreras para acceder a internet (principalmente en países menos desarrollados y en vía de desarrollo) no solo dependen de la disponibilidad de espectro. También aspectos como la pobreza, los costos de los dispositivos móviles, el analfabetismo digital, los costos de telecomunicaciones, falta de infraestructuras y políticas adecuadas.