Opinión Online

Desaceleración de la economía colombiana está siendo ordenada y gradual

El crecimiento del PIB del segundo trimestre se ubicó en 3% anual. En términos intertrimestrales, la tasa se ubicó en 0,6%. El impulso proveniente desde el sector minero fue muy relevante (4,2% anual), gracias al aumento de la producción de petróleo.

Invitado
15 de septiembre de 2015

Por su parte, el sector de la construcción mantuvo una dinámica sobresaliente (8,7% anual), por edificaciones (9,1%) y obras civiles (8,4%). Sólo el sector industrial tuvo una caída, de 1,3% anual, reflejando la lentitud con la que se dará la recuperación manufacturera, incluso con una devaluación real prolongada. En total, los sectores de bienes no transables (3,5%) tuvieron una mejor dinámica que los sectores transables (1,3%).

Haciendo un símil con el ciclismo, podemos decir que la gran montaña de la etapa pasó. Y a buena hora, porque el gradiente de la escalada fue enorme cada vez que los precios del petróleo caían hasta niveles mínimos. Los escarabajos colombianos lograron trepar la montaña con la fortaleza que los caracteriza. Incluso, lograron comportamientos similares (hasta superiores en algunos casos) a los observados en otros países comparables. Fueron tenaces porque la montaña que subieron los ciclistas de esos países no fue tan pendiente, pues la exposición al petróleo allí era menor que en Colombia.

Ahora, empezaremos el terreno llano, con precios del petróleo estables en niveles bajos y  recuperándose menos de un 10% en 2016. Sin embargo, los pies del ciclista están cansados y su confianza se viene deteriorando. Las reglas del juego hacían esperar una montaña de menor gradiente, pero la caída de los precios del petróleo fue más profunda. Entonces vendrán los efectos de segunda ronda. Los consumidores seguirán desacelerando su gasto. Las inversiones relacionadas con la minería tendrán mayor moderación.

Sin embargo, también hay noticias buenas. Los sectores con expectativas de crecimiento, tales como industria e infraestructura de cuarta generación, se consolidarán en 2016 con la apertura de la refinería y el inicio de la obras de la primera ola. Gracias a estos sectores, la desaceleración será ordenada y gradual, y la recuperación se empezará a fortalecer desde la segunda mitad de 2016.