Opinión Online

El petróleo: un juego de tronos

¿Por qué la Opep es una coalición muy frágil y la estrategia de Arabia Saudita de mantener los precios del petróleo bajos no es sostenible en el mediano plazo?

Invitado
7 de noviembre de 2015

El común denominador en las grandes guerras del siglo XX y XXI  ha sido la lucha por el control de la energía. En este marco, la hegemonía del petróleo, como recurso energético, se encuentra en discusión, ya que una posible transición al gas podría ocasionar cambios importantes en la geopolítica mundial y una gran volatilidad en los precios del crudo. Para comprender este tipo de transiciones podemos recurrir a la teoría de juegos.

La historia no se repite, pero rima: del carbón al petróleo 

Desde la invención de la máquina de vapor (primera mitad del siglo XVIII) hasta comienzos del siglo XX, el carbón fue el recurso natural más importante para la sociedad industrial. El reinado del carbón llegó a su fin debido a tres eventos que cambiaron la economía mundial: la invención del motor de combustión interna, el modelo T de Ford y el cambio de la flota naval británica de carbón a petróleo.

Tanto para el Imperio británico como para los Alemanes (Prusia), tener acceso a los recursos petroleros del Medio Oriente era una prioridad. No obstante, la gran importancia del petróleo era desconocida para los locales (Imperio otomano, Árabes y Persas).

La siguiente es una secuencia de eventos que muestra las diferentes estrategias que usó el Imperio británico y Alemania (Prusia) en la lucha por el control de los recursos petroleros del Medio Oriente a principios del siglo XX.
 

   


El gran ganador de esta situación fue el Reino de Arabia Saudita, pues consiguió su independencia y se consolidó como el poder geopolítico más importante de la región. El gran perdedor fue el Imperio Otomano, ya que quedó reducido a la península de Anatolia.

La teoría de juegos, un arma secreta

La teoría de juegos es una gran herramienta para el análisis de problemas de competencia estratégica y de situaciones en donde es posible crear coaliciones en medio de un conflicto.

Más allá de lo que explican diferentes escuelas de economía al respecto, la ventaja práctica de esta teoría es que se puede usar en situaciones de la vida real. Dos ejemplos de ello son, por un lado, el Gobierno de los Estados Unidos, con el uso de diferentes modelos de estrategia militar durante la Guerra Fría y, por otro, la RAND Corporation, con el uso de diferentes estrategias óptimas de grupos como ventaja táctica para entender las consecuencias geopolíticas de la carrera nuclear de la época.

En esta oportunidad, mostraremos cómo usar esta teoría para entender el conflicto de poderes del Medio Oriente a principios del siglo XX (donde el petróleo juega un papel fundamental), intentando crear las bases para entender el conflicto actual.

El poder no es como lo pintan

Desde la teoría de juegos se puede decir que el país más poderoso no es aquel que tiene las fuerzas militares más avanzadas o la economía más vigorosa; el país más poderoso es aquel que es decisivo en toda coalición y reporta una gran utilidad para la mayoría de actores en un conflicto.

El “Shapley Value” es una manera de medir qué tan útil es un país (Imperio) para determinada coalición. La tabla 1 resume de manera simplificada la situación de conflicto  y alianzas entre el Imperio británico (UK), Alemania (A), el Imperio Otomano (O), y los rebeldes árabes (RA) a principios del siglo XX, junto con las ganancias marginales de cada coalición.


 
 
La intuición detrás de esta tabla es la siguiente: todo jugador gana 4 puntos si no tiene coaliciones. El conflicto se representa con una ganancia grupal de 0 puntos, y pérdidas marginales de -4 puntos. Este es el caso del Imperio británico y Alemania (UK,A), y el Imperio británico y el Imperio otomano (UK,O ).  

Los alemanes y los otomanos (A,O) son aliados, por lo tanto, tienen una ganancia colectiva de 9 puntos. Para los otomanos, tener acuerdos con los rebeldes árabes es importante en la medida en que permiten garantizar la estabilidad política. Sin embargo, esto implica una cesión de una parte del poder. Por esta razón, asignamos el valor de 7 puntos. 

El Shapley Value se calcula promediando la ganancia marginal de cada Imperio. En este caso, los rebeldes árabes tienen el valor más alto. Podemos concluir de este análisis que la alianza entre los británicos y los rebeldes árabes fue jaque mate para el Imperio Otomano.

En nuestra próxima nota usaremos elementos de la teoría de juegos para entender el  actual conflicto de poderes en el Medio Oriente, específicamente, entre Arabia Saudita, Qatar, Iran, Rusia, Estados Unidos y China. Igualmente, veremos porqué la Opep es una coalición muy frágil y porqué la estrategia de Arabia Saudita de mantener los precios del petróleo bajos no es sostenible en el mediano plazo.