Opinión Online

El conocimiento otra variable clave de su legado empresarial

Las empresas familiares más exitosas del mundo han basado su ventaja competitiva en el conocimiento. Algunas recomendaciones sobre cómo trasmitirlo a las siguientes generaciones.

Invitado
21 de octubre de 2015

Esta cuarta columna de las diez de este especial de Legado y Dirección, en el cual hemos construido con ustedes un espacio de reflexión sobre los aspectos a tener en cuenta para lograr que su compañía sea sostenible en el tiempo, la dedicaremos a hablar sobre el conocimiento. 

Las empresas familiares exitosas trasmiten a sus siguientes generaciones desde procesos milenarios hasta formulas secretas. Recuerdo como si fuera ayer a mi padre oliendo cueros y palpándolos, de una manera especial, sin dudarlo decía: “este es cuero de primera, esta línea de calzado sólo se hace con lo mejor”.

De la misma manera, cuando visité al Grupo Codorniu en España y ver tan magnifico lugar, donde la Cava es su verdadero reino y el buen conocedor es por supuesto un miembro de la familia Raventós, quien lleva el arte de la vendimia en la sangre. No tengo que irme muy lejos, la familia Urrea en Medellín (Miriam, Margarita, Ana Patricia y su querida madre doña Elvia) lleva el mundo de la moda en la sangre, el gusto por todo lo que hacen en sus empresas. Es por esto que en el legado el conocimiento convertido en arte es una de las principales ventajas competitivas de la empresa familiar.

¿Cómo transmitirlo? Sin dudarlo hay que cuidarlo y transmitirlo con mucha dedicación y exigencia, es como un tesoro. A las siguientes generaciones se les debe dejar claro lo que van a recibir por medio de la instrucción, pero mejor aún por intermedio de la práctica en las empresas de la familia, por ejemplo es fundamental transmitir la importancia de aprender a comprar en un negocio comercial, entendiendo el cálculo de la curva, que para las nuevas generaciones puede resultar difícil, pero que para los antecesores no lo era tanto por el olfato adquirido fruto de la repetición de años de trabajo, que ahora no sólo se debe transmitir a hijos, nietos y demás familiares en la práctica, también escribirlo y entregarlo a los demás.

No es tarea fácil pero estas ideas pueden contribuir a lograrlo:

- Identifique el conocimiento que genera una ventaja competitiva en la familia empresaria.
- Escriba todo lo que pueda sobre el mismo.
- Haga cursos de formación para los más pequeños a manera de cursos de vacaciones.
- Invítelos a experimentar en un programa.
- Premie a los que atienden los cursos.
- Envíelos al exterior a otros programas del mismo arte.
- Pídales que aprendan comparen y mejoren lo propio.

También debo mencionar experiencias negativas al respecto, en especial en algunas empresas de familia del sector agroindustrial, veo que vienen perdiendo esa trasmisión del conocimiento por diferentes razones, una de ellas es que las siguientes generaciones no quieren seguir esos negocios porque para muchos no se corresponde con su proyecto de vida pero al profundizar en las razones, la primera generación no tuvo la capacidad de trasmitir el conocimiento a las siguientes generaciones, comprometiéndolos con el agro y las ventajas del mismo, y la trascendencia de este sector para el país. 

Tuve la oportunidad de conocer una familia en el sector avícola donde los nietos no quería saber nada de las gallinas, les parecia un asco “la caca”, además la segunda generación les daba un poco la razón, si no le gusta pues déjelo.  

Esta experiencia les puede ayudar. Hace algunos años tuve la oportunidad de trabajar con una familia en Pereira cuya empresa se encontraba en el sector de la curtiembre, decidieron escribir un protocolo familiar y durante ese proceso establecieron que para trabajar en la empresa familiar se debía tener una experiencia fuera de ella. Uno de los sobrinos (tercera generación) quería ser maestro curtidor, y qué mejor que su propia empresa, pero iba en contra de sus acuerdos. 

Entonces se buscó por intermedio de un instituto de empresa familiar en España un puesto dentro de las mejores curtiembres de Igualada, lugar que se precia de tener los mejores cueros del mundo. Allí logró aprender más sobre procesos y volvió para mejorar los propios, en especial con los temas de sostenibilidad. 

Que alegría cuando pienso que los legados no son camisas de fuerza, sino una mejora continua, teniendo como base lo construido por las anteriores generaciones.