Opinión Online

De la teoría a la práctica: conectividad al servicio de las ciudades

La tecnología no solo facilita la conectividad e interacción entre empresas o seres humanos. En el mundo hay varias ciudades que han mejorado su calidad gracias a las herramientas tecnológicas. A continuación algunos ejemplos y la forma en que Colombia podría beneficiarse.

Invitado
29 de julio de 2015


Estructuras que monitorean sismos y envían alertas en tiempo real a expertos en caso de que se requiera supervisar. Vigilancia predictiva y ajustable. Análisis climáticos, en seguridad y movilidad, así como iluminación inteligente y ecológica que compila y analiza datos para establecer mejoras inmediatas, hacen parte del sorprendente ecosistema que rodea el Internet de Todo (IoE) en las urbes más importantes del mundo.

Entre las ciudades que han dado un paso adelante y han aprovechado la digitalización en beneficio de su población se encuentra Barcelona -que por mencionar casos puntuales- cuenta con paradas de bus inteligentes, pantallas tácticas impulsadas con energía solar que muestran los horarios de llegada y asientos disponibles en el próximo transporte. Esto se suma a información turística, servicios de wi-fi, entre otras características que la hacen sobresalir.

De igual manera, la ciudad catalana ha instalado iluminación inteligente que detecta movimiento, clima, contaminación y ruido para adaptarse de manera remota a las condiciones, mejorar el servicio y la seguridad. Y qué decir de los parqueaderos con sensores de metal, los cuales entregan datos en tiempo real sobre disponibilidad de parqueos a dispositivos móviles de personas en la ciudad que necesitarán de este servicio.

Como Barcelona hay otros ejemplos para traer a colación como el de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, que en su pasado Carnaval utilizó datos de 18 organismos de la ciudad y mapas detallados para planificar el paso de las 425 bandas móviles de Samba en 350 ubicaciones. Este proceso lo realizó gracias a los datos suministrados que permitieron controlar la seguridad, limpieza y las multitudes (minuto a minuto), dando como resultado una gestión inteligente e impecable del importantísimo evento carioca.

En Nueva York, por su parte, los sistemas de bicicletas públicas ya integran soluciones GPS que entregan datos de disponibilidad, ubicación, comportamiento de los usuarios, a ciudadanos interesados y a los coordinadores del servicio, quienes pueden seguir mejorando el comportamiento y uso de la solución.

Estas realidades que el mundo ha venido implementando ahora nos hace pensar entonces en lo que viene ¿Será de ciencia ficción? Singapur considera un futuro con uso masivo de la robótica y de ciudades sin automóviles; Nueva York planea el uso de sensores para vigilar la basura, el tránsito, la energía, y todo aquello que pueda traer mejoras sustanciales a la administración de la ciudad en tiempo real; Viena le apuesta a ser la más ecológica apoyada en el uso de la TI, y la lista sigue y sigue.

Parece necesario pensar entonces en la manera en que las ciudades de América Latina, y específicamente en Colombia podrán implementar la tecnología que se mueve a través del Internet del Todo para hacer de sus urbes un territorio de mayor funcionalidad y eficiencia, capaces de administrar mejor sus recursos y soluciones, para responder con precisión e inteligencia a la cada vez mayor demanda de soluciones que en todo sentido afronta.

Es la seguridad, la movilidad, la calidad de vida y la relación con las personas en general la que se encuentran en juego. Estas parecen ser las principales prioridades ahora que se acercan nuevos periodos electorales en el país, donde las autoridades deben comenzar a considerar de manera enérgica la inclusión de este tipo de variables dentro de sus planes de desarrollo y fortalecimiento de las gestiones administrativas.

Esto para hacer de cada ciudad un territorio atractivo para vivir e invertir, y mucho más competitivo de cara a los estándares que se están estableciendo para los territorios que desde ya se postulan como protagonistas del mañana. En Colombia ya estamos preparados pero ¡es necesario seguir avanzando para no quedarnos atrás!