JULIANA SÁNCHEZ TRUJILLO

¡No luche contra el aburrimiento!

El aburrimiento es el principal aliado de la creatividad. Desconéctese un poco y podrá ver cómo despierta su potencial.

Juliana Sánchez Trujillo, Juliana Sánchez Trujillo
6 de septiembre de 2017

¿Cuándo fue la última vez que se permitió aburrirse? El aburrimiento es una palabra que está hoy en vía de extinción. Desde que los celulares llegaron a nuestras vidas, ese vacío de no saber cómo ocupar el tiempo ha sido llenado y ahora se compensa con redes sociales, juegos, selfies y mensajes instantáneos. Vivimos hiperconectados para facilitarnos la vida, pero en realidad estamos disminuyendo la calidad de la misma.

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 Mucho se habla de la falta de interacción social que generan los celulares; tanto, que algunos restaurantes tienen estrategias para limitar su uso y promover la comunicación cara a cara entre sus asistentes. Sin embargo, el aislamiento social es solo una de las consecuencias que estamos viviendo. La más grave para mí, es cómo se disminuyen los niveles de creatividad al no darnos el tiempo para realizar procesos de incubación, mirar para el techo y botar ideas o simplemente dejar descansar el cerebro para que pueda hacer conexiones que den como resultado nuevas ideas. De hecho, la psicóloga Inglesa Sandi Mann, realizó un estudio en el que ponía a los participantes a realizar tareas aburridas y luego medía su creatividad. En este estudio  encontró una alta correlación entre el nivel de aburrimiento de la tarea y la calidad de las ideas generadas. Es decir, que cuando estamos aburridos podemos producir mejores ideas. Por su parte, la psicóloga Heather Lench, de la Universidad de Texas, identificó en sus estudios que el aburrimiento lleva a la consciencia a un estado de búsqueda, de conexión, que trabaja como estímulo para impulsar la recursividad.

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 En otras palabras, si queremos sobresalir por nuestra capacidad para resolver problemas, para ser recursivos, o incluso para identificar oportunidades de innovación; la sobre estimulación digital en la que vivimos en el mundo de hoy no va a conducirnos a grandes resultados. Cuando niños, es fácil usar la imaginación para ocupar el tiempo, convirtiendo una caja en un castillo o en una nave espacial. Como adulto, no es necesario que vuelva a la caja, pero sí que se permita un tiempo para desconectarse, para hacer limpieza mental y procesar, de forma consciente y despierta, la información que se ha recogido a lo largo del día.

 Cuando nos aburrimos, dejamos divagar la mente; y cuando esto no involucra una pantalla, los resultados pueden ser sorprendentes pues se comienzan a generar conexiones neuronales que conducen a momentos de iluminación. Según el proceso creativo expuesto por Graham Wallas, la incubación es una etapa vital para concretar nuevas ideas, por lo que antes que temerle, debe dársele la bienvenida. Este proceso inconsciente hace que las ideas se elaboren y encuentren su camino. Es por esta razón que es común tener nuevas ideas en el baño, en al carro o haciendo ejercicio, pues cuando la mente divaga, tiene el tiempo y el espacio para procesar la información y encontrar resultados.

 Por tanto, si usted quiere mejorar su potencial creativo, es hora de que comience a dejar su teléfono de lado durante varia horas al día, y se dé el espacio para observar lo que sucede a su alrededor, jugar con las ideas y dejar volar la imaginación. Su mente se lo agradecerá.

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