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Los 10 errores y aciertos más frecuentes en el ejercicio del poder

Llamo a la reflexión a todos aquellos políticos y empresarios que ostentan el poder con el fin de identificar si lo usan de manera inadecuada, o por el contrario lo usan asertiva o institucionalmente como se denomina a aquellos líderes que moderan su poder.

Gonzalo Gómez Betancourt
28 de septiembre de 2016

En esta nueva entrega del especial “El poder para qué” llamo a la reflexión a  todos aquellos políticos y empresarios que ostentan el poder con el fin de identificar si en el ejercicio del mismo usan el poder de manera inadecuada, o por el contrario lo usan asertiva o institucionalmente como se denomina a aquellos líderes que moderan su poder.

Infortunadamente el poder es una motivación tan fuerte que son más los casos de personas con poder que terminan convirtiéndose en verdaderos bárbaros en ejercicio del mismo.  El Líder Supremo de Nord Corea Kim Jong-un, o el presidente de Siria Bashar al-Azad, son claro ejemplo de las consecuencias que tiene para un país y para el mundo el uso del poder de manera funesta.

La barbarie de Kim Jong-un  llega al extremo de mandar a ejecutar a uno de sus colaboradores más cercanos por quedarse dormido en un acto público, de desafiar al mundo probando misiles nucleares con más potencia que la bomba de Hiroshima o aterrorizar a los ciudadanos con una lista de prohibiciones que si son incumplidas los ejecuta, en las que incluye criticarlo, esquiar en los lugares públicos donde él lo hace, ver TV o navegar por Internet entre miles de excentricidades e injusticias más como tener a su pueblo a punta de fideos y arroz mientras importa su comida o contar con una colección de coches privada mientras en el país hay un coche por cada 1000 ciudadanos.

Lo más preocupante de este tipo de personajes es su habilidad para engañar a todo el mundo. Bashar al-Asad, el presidente que hoy asesina a su propio pueblo se mostró en sus inicios como el líder que cambiaría la historia de violencia de su país, sin embargo con la muerte de su hermano cambió completamente el rumbo. En la actualidad la guerra en Siria ha dejado cien mil muertos, dos millones de desplazados de una población de 17 millones de personas.  

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Con estos casos extremos quedan evidenciados los 10 errores que con mayor frecuencia cometen todos aquellos que usan el poder político o empresarial de manera inadecuada.

1. Sus intereses personales priman por encima de todo. 

2. Se creen infalibles.  Ellos siempre tienen la razón

3. No dan reconocimiento a los demás.

4. Bucan mantener dividida la opinión. Divide y Reinarás

5. Se rodean de gente igual a ellos.  

6. Se llenan de privilegios personales y beneficios para su familia.

7. Son intolerantes con quien piensa diferente a ellos.

8. Son tiranos y trasgreden las normas, con el uso de la fuerza bruta en contra de los que no piensan como ellos.

9. Buscan permanecer en el poder al precio que sea.

10. Intentan tapar el sol con un dedo. Así el mundo se esté cayendo, ellos siguen pensando que todo está perfecto.

Por el contrario, existen unos rasgos básicos de quienes hacen buen uso  del poder, ejerciéndolo de manera institucional.

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Lo correcto

1. Su interés es el bien común.

2. Buscan la prudencia en el actuar, saben que se pueden equivocar.

3. Reconocen la experiencia de los demás y consultan a todas las personas que puedan tener conocimiento en determinado tema para llenarse de argumentos.

4. Unen a los Stakeholders de la organización (partícipes).

5. Se rodean de gente que piensa diferente

6. Evitan la ostentación y los privilegios personales para él y sus allegados.

7. Toleran a los que piensan diferente

8. Desarrollan la democracia

9. Buscan cumplir con un mandato sin preservarse en el poder

10. Dan un paso al costado si el modelo no está funcionando.

Por último, vale la pena recordar que si  bien en el mundo económicamente desarrollado se atribuye el poder a los propietarios de sociedades de capital, esto no puede conducirnos a  concebir la empresa como un conjunto  de activos y pasivos económicos administrados por los dueños. La realidad es otra, la empresa es una comunidad de personas libres y responsables que se asocian para llevar a cabo una obra común en la cual trabajan, aportan recursos, se desarrollan como individuos y contribuyen eficazmente a la producción de bienes y servicios.

Si bien debe existir riqueza para el funcionamiento de la organización, lo más importante es tender a la formación integral de las personas que conforman la organización creando oportunidad de encuentro, colaboración, desarrollo de capacidades, mayores oportunidades de iniciativa y solidaridad por el bien de todos.  

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