OPINIÓN ONLINE

Lecciones aprendidas con el Sí y con el No, para el uso del poder

La polarización política y el inadecuado uso del poder de sus líderes dejaron al país en una enorme incertidumbre, de la cual sólo podremos salir si se reencaminan los acuerdos con mayor participación de otros sectores.

Gonzalo Gómez Betancourt
13 de octubre de 2016

Una de las principales lecciones que deja la derrota del Si en el Plebiscito por la paz son las graves consecuencias que trae para un país el mal uso del poder que hacen sus gobernantes y políticos; tema del que hemos venido hablando en este especial denominado “El Poder para qué” que finalizamos hoy con el análisis de lo sucedido el pasado domingo 4 de octubre, cuando el histórico acuerdo de paz que el mundo entero asumía iba a ser refrendado por los colombianos, no logró pasar.  

De una parte el Presidente Santos con su estilo de poder incremental, propio de los políticos que se inclinan a actuar indirectamente, buscando el apoyo de los actores más influyentes y preocupándose poco por los menos influyentes, no escuchó a algunos sectores, como los cristianos, que mostraron su inconformismo y terminaron por derrotarlo al unirse para votar por el No.

Tampoco le favoreció haber dejado la campaña del Si en manos de algunos de sus más cercanos colaboradores como la Ex ministra Gina Parody, quien se apartó de su cargo de Ministra de Educación para promover el Sí, pero quien  había desgastado su imagen en el reciente debate político realizado en el Congreso por el sonado caso de “Las Cartillas”, en el cual perdió credibilidad, por otro de los “pecados” del poder, que es permitir que primen los intereses particulares y no los colectivos, en su caso promover la equidad de género desde las escuelas, motivada principalmente por su condición personal. Toda esta situación la llevó a ser la primera en renunciar a su cargo una vez se conocieron los resultados del plebiscito.  

El estilo directo del Expresidente Uribe, a quien siempre se le ve emocionalmente involucrado por sus preferencias personales, característica de quien ejerce el poder de manera autoritaria, asumió junto con su partido el Centro Democrático el liderazgo del No al Plebiscito, con una campaña basada en la desinformación, el miedo mediante la insistencia de repetir una y otra vez que llegaríamos a ser una nación Castro-Chavista, y que perderíamos la propiedad privada y todo tipo de especulaciones sobre lo que podría suceder. Estrategia evidenciada en la entrevista realizada por el Diario La República a su jefe de campaña Juan Carlos Vélez, quien dejó al descubierto el dañino manejo del poder del Uribismo. Si bien les funcionó la campaña, no aspiraban a ganar, porque también se encargaron de decir que no creían en la transparencia del proceso, con lo cual ahora tienen la responsabilidad histórica de demostrar si realmente lo hicieron por “salvar” al país, como lo afirman, que sería el bien común o por mantener una posición politiquera.

La clara falta de moderación del poder de los políticos de ambos sectores, los hace ahora volver a sentarse juntos para llegar al equilibrio que al parecer se necesitaba. Si cada partido tuviera la capacidad de moderar su poder dándole participación a todos los sectores, especialmente de aquellos que tienen ideas distintas, podrían tener posiciones menos radicales. La historia les está enseñando que deben dejar sus posturas extremistas, lo sucedido nos está dejando un mensaje claro, necesitamos unidad, consenso, responsabilidad y prudencia, todas las cualidades de los líderes que ostentan el poder institucional.  

A lo largo de este especial explicamos la verdadera finalidad del uso del poder, que es la capacidad de ejercer un dominio sobre un individuo o  grupo. Mostramos también como hay una visión negativa y una visión positiva del poder. La visión negativa la reflejan frases como “El poder es afrodisiaco”, “hay hombres dispuestos a todo por atornillarse en el poder” y “el poder el principe de los instintos”. La visión positiva es el poder, es áquel mando otorgado por otros para la consecución del bien común.

En toda la historia de la humanidad muy pocas personas parecen haber entendido dicha finalidad. Empiezan con una visión altruista, sin embargo con el paso del tiempo existe la tendencia de que el hombre cambie los fines comunes a los fines particulares, que termina siendo un desastre para la sociedad, tal y como lo estamos viviendo en estos momentos en nuestro país y como están jugando con un bien superior que es la paz en un país.

También hablamos de la importancia de utilizar el poder en el momento que se debe utilizar y que el gran problema es que tenemos una racionalidad limitada y sesgada por nuestras preferencias personales que pueden ir en contra del bien común en una empresa o una sociedad.

Finalmente es importante reiterarles a los empresarios que el secreto para manejar adecuadamente el poder está en generar autoridad y la autoridad se consigue con la moderación. Recuerde que ya no es un lujo contar con una Junta Directiva, es un imperativo para el buen uso del poder porque los independientes contribuyen a mejorar la estrategia, la estructura, los sistemas de dirección, su estilo de dirección, su cultura y lo mejor  le ayudarán a evitar sus preferencias personales.