OPINIÓN ONLINE

Las mujeres: un mercado literalmente hermoso

Las mujeres no gastan el dinero de la misma manera que los hombres; su modelo de consumo, sus motivadores y objetivos son diferentes y se requieren otras estrategias para atraer su interés.

Claudia Varela
15 de abril de 2016

En 2009, según un estudio del Boston Consulting Group (BCG), el consumo femenino representaba cerca de 20 trillones de dólares y alrededor de 70% del gasto de consumo global. De otra parte  el Banco Mundial predijo que este segmento sumaría cinco trillones adicionales. Esta cifra supera la suma de los mercados de China e India.

En un estudio de Nielsen de hace unos años en Estados Unidos se describía como el 86% de las latinas declararon que ellas son las principales compradoras de sus hogares.

Estos datos dan un par de buenos indicadores de la importancia de las mujeres como mercado objetivo. Y aun así este es un mercado desaprovechado.

Las mujeres no gastan el dinero de la misma manera que los hombres; su modelo de consumo, sus motivadores y objetivos  son diferentes y se requieren otras estrategias para atraer su interés. Para convencer a las mujeres, las marcas deben invertir más en conocerlas.

Otro factor muy importante es la edad y el momento de vida de cada mujer. Sin embargo, hay algo en común en todas y es que no están dispuestas a desatender a su familia, las compras por impulso solo se dan si hay un exceso en el bolsillo, pero en economía de escasez solo lo necesario y particularmente lo que proteja a la familia será la variable por valorar.

Para aprovechar realmente este mercado hay que deshacer los paradigmas. No hay que caer en viejos conceptos de género como que todo lo de las niñas es rosado. Por tanto lo importante es saber atraer a las consumidoras, seducirlas y entenderlas.

Hace poco en un artículo de El País de España, descubrí el nuevo concepto de las “cincuentañeras”; nueva población de alto consumo, con la tranquilidad de hijos grandes, buenos ahorros un momento sexual tranquilo, energía suficiente para muchos años más y un impulso por verse más jóvenes, relajadas y bonitas. Me llamo la atención que la marca Desigual tenía una campaña con una hermosa modelo de 71 años, y la revista Sports Ilustrated tuvo en su portada una mujer de 56 años en bikini mostrando no solo un voluptuoso cuerpo sino una hermosa cabellera plateada. El mundo cambia y dado que la expectativa de vida cada vez es mayor se están abriendo nuevos mercados a los nuevos adultos.

¿Estamos preparados en Latinoamérica para cambiar el switch y pensar diferente en nuestras consumidoras mujeres? Podríamos tratar de vencer estereotipos y empezar a ver poblaciones diferentes con oportunidades nuevas de consumo.

Para ser exitosos en esta aventura tenemos que hacer dos cosas básicas. La primera es reconocer de manera explícita la importancia de las mujeres como consumidoras y decisoras, para eso hay que investigar mucho. Pero no solo con grandes Surveys y Focus Groups dirigidos por las firmas de investigación sino más bien con mucha observación en el día a día. Desde el supermercado, la sala de espera de un consultorio, las calles de la ciudad, un ascensor, cualquier lugar es bueno para escuchar, analizar y entender.

También es importante involucrar más a las mujeres en las empresas en roles de definición de productos y estrategias. No es lo mismo trabajar con una marca de pañales si no se tiene hijos a si se es soltero.

Es un buen momento para romper paradigmas, estudiar profundamente por nicho de mercado y dilucidar que hay bastante aun por explorar en los países latinos teniendo en cuenta el poder de decisión de las mujeres. Dado que ya no es rosado para niñas y azul para niños, es evidente que en el mundo de los negocios las mujeres somos un mercado literalmente hermoso y listo para ser explorado y bien atendido.