CLAUDIA VARELA

La película completa

En estos tiempos de mayor reflexión he pensado lo difícil que se ha vuelto que alguien cercano, tangible que tenga al frente realmente me inspire. Con la experiencia se va volviendo muy difícil que los ojos me brillen cuando escucho hablar a alguien, y también me doy cuenta que es posible desinsipirarse.

Claudia Varela, Claudia Varela
6 de agosto de 2017

Los líderes son leídos de acuerdo con el ambiente donde navegan. Seguramente un líder de un emprendimiento nuevo de tecnología va a ser leído muy distinto a una empresa de consultorías en inversión de obras de infraestructura. Pero hay algo que a mi juicio, teniendo en cuenta que soy un ser humano de pasiones, equipos y resultados, y que llevo más de 15 años en la vida corporativa, definitivamente me inspira.

Pensando en los líderes, más que en los jefes, planteado en todos aquellos que puedan tener un impacto en los resultados del equipo o en la vida de otros, estos son los cinco puntos que creo pueden realmente inspirar a otros.

1. La autenticidad. Los líderes son de verdad. Son seres humanos con ángeles y demonios. Aprovechan lo mejor de sí mismos y tratan de maniobrar sus debilidades. Pero definitivamente no tienen cartas guardadas para protegerse. He conocido pocos, muy pocos líderes así. Muchos venden imágenes hermosas (normal del ser humano) pero en los momentos de crisis sacan el peor demonio, eso no es autenticidad. Me quedo con los genuinos, con los que aunque se equivoquen lo aceptan. Me gustan los humanos.

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2. La verdadera pasión. La pasión los puede llevar a hablar con el corazón, quizás muchas veces a soñar de más o a exigir con fuerza. No veo la pasión en el power point. Veo la pasión en discusiones con sentido, en construcción de sueños conjuntos desde el corazón usando la sabiduría. Me gustan más los discursos de pasión que las presentaciones perfectas. Una sola imagen no puede jamás mostrar la pasión de un sueño.

Un líder apasionado lo demuestra en cada cosa de su vida. Las organizaciones a veces castran la pasión.

3. Son parte del bote. Son reales capitanes de su embarcación. Entienden que su función es navegar con su tripulación. Deben manejar las dificultades y tener la capacidad para mover el timón a tiempo si ven una tormenta o una ola muy grande que puede colapsar la embarcación. Un buen capitán jamás abandona el barco. Personalmente varios líderes me han bajado la inspiración cuando se bajan sin remordimiento y dejan la tripulación a su suerte por salvar su propia alma.

4. Son un polo a tierra. En momentos de crisis y dificultad los grandes líderes calman, motivan, dan tranquilidad. A pesar de lo duro que puede ser trasegar por momentos complicados donde los resultados no se ven y todas las puertas parecen cerrarse un buen líder invita a pensar y a encontrar soluciones. Valora los esfuerzos del equipo y replantea siempre pensando en que le conviene más a todos. Un buen líder da la calma y logra el compromiso de los miembros de su equipo.

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5. Ve la película no la foto. Un líder que inspire no ve solo el pedazo de la foto donde sale él mismo. Tampoco la parte que le es más fácil de entender. tampoco una imagen estática en el tiempo porque entiende que el mundo no es una foto solamente sino una secuencia de imágenes y hechos. Un buen líder entiende que una mala decisión de hoy puede afectar en el corto plazo al negocio o a otras personas, incluso piensa más allá de si está bajo su administración o no. Los políticos suelen pensar solo en lo que pasa en su mandato y por eso entregan obras mal hechas, proyectos sin gestión, inversiones que no debieron hacerse. El poder es pasajero y un líder lo debe usar pensando en el bienestar a corto y mediano plazo del negocio y de su gente. No en apalancar su ego con aplausos por un puente mal hecho… pero entregado a tiempo.

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