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Invertir en acciones: ¿comprar o esperar?

La apreciación de los mercados accionarios a nivel global ha dejado a muchos inversionistas antojados de seguir participando en el “rally” financiero. ¿Será un buen momento para invertir?

Manuel Restrepo
10 de abril de 2016

El índice Standard & Poors 500 que sirve como barómetro de desempeño de la bolsa de Nueva York, experimentó una apreciación de 14% en menos de un mes, comenzando desde los niveles más bajos en febrero pasado. Similares casos vimos en las bolsas en Europa, Japón, o incluso de manera más pronunciada en China, Colombia, Brasil, entre otros.

El escenario para abril no es el más favorable para creer que los mercados accionarios globales seguirán teniendo el mismo ritmo de apreciación, y por el contrario, el riesgo bajista es extremadamente alto.

En Wall Street existe el famoso dicho de ‘Sell in May and go away’ (“vender en mayo y márcharse”), haciendo referencia a la estacionalidad del mercado accionario americano que normalmente cae durante el mes de mayo por toma de ganancias de los gestores de portafolios o reducción de posiciones para irse más tranquilos a sus vacaciones de verano. Sin embargo creo que este año el dicho será ‘Sell in April and go away’.

Esta semana entraremos a la temporada de resultados corporativos correspondiente al primer trimestre de 2016, donde se esperan malos resultados principalmente por los efectos colaterales de la caída en los precios del petróleo y las materias primas sobre los sectores energía y materiales, además de acceso más restringido al crédito para las empresas medianas en EE.UU. Los expertos estiman una caída de 6.9 por ciento en las utilidades promedio del S&P500, más del doble de caída de lo observado en Q4 2015. Caso similar es el de Europa donde observamos una caída en las proyecciones de utilidades por el efecto de las tasas de interés negativas que genera detrimento importante sobre la rentabilidad de los bancos.

Al 8 de abril, el índice S&P500 cerró en 2047 puntos, 104 puntos por debajo del promedio de las proyecciones de estrategas de renta variable en Wall Street. Esto equivale a 5 por ciento de potencial de apreciación en 7 meses que quedan del año. En contraste, tenemos varios factores que generan incertidumbre en lo que queda del año, como la expectativa de si la Reserva  Federal logra subir tasas de interés, el crecimiento lánguido en Europa, Japón, China, la expectativa de mayores estímulos monetarios por parte de los bancos centrales de países desarrollados y elecciones presidenciales en varios países. 

Asimismo, recordemos que los mercados de acciones se encuentran cada vez más correlacionados a nivel mundial, y una caída en el desempeño accionario americano implicaría una caída en la gran mayoría de mercados. Por ejemplo en los últimos dos años, la correlación entre el S&P500 y el índice MSCI Global es de 0.92, prácticamente una correlación uno a uno. El mismo ejercicio para el S&P500 y el índice MSCI de América Latina actualmente es 0.5, mostrando la mayor correlación desde septiembre de 2014. 

Desde un punto de vista de manejo de riesgo, poner un ficha en nuestras inversiones por un 5 por ciento de potencial de acuerdo a los expertos, cuando el riesgo puede ser una pérdida de 10% o 15% (y eso en índices de países desarrollados que son menos volátiles), es simplemente una estrategia que no tiene mucho sentido. Prefiero esperar a valorizaciones con mayor sentido para empezar a comprar.