OPINIÓN ONLINE

Inflación y cuentas alegres

La realidad que enfrentamos es que estamos solo a 5 meses de finalizar el año y cada vez lucen menos probables aquellos pronósticos que señalan un descenso vertiginoso del IPC.

Eduardo Bolaños
10 de agosto de 2016

Como lo esperaba un amplio sector del mercado, la inflación de julio resultó particularmente alta llevando la medida de 12 meses al 8.97%; nuevamente los alimentos presentaron los mayores incrementos y en lo que va corrido del año, este grupo es responsable del 49% de la inflación causada.

El objetivo de este artículo no es aburrirnos analizando las causas por las cuales la inflación está desbordada, esa labor la realizan muy bien los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República y el ministro de Hacienda, claro está, que Cárdenas últimamente está más concentrado en explicarnos por qué es necesaria la reforma tributaria. La realidad que enfrentamos es que estamos solo a 5 meses de finalizar el año y cada vez lucen menos probables aquellos pronósticos que señalan un descenso vertiginoso del IPC en el segundo semestre y que para 2017 la inflación regresaría al rango meta del emisor.

¿Por qué es importante la inflación de cierre de año?

Preocupa que a medida que avanza el año, las estimaciones de inflación de cierre de 2016 son más altas, dado que esta es la referencia para fijar incrementos en educación, impuestos, salarios, etc. Dichos incrementos se hacen más evidentes durante los primeros 3 meses del año; a manera de ejemplo el IPC de final de 2015 fue de 6,77% y solo las inflaciones causadas entre enero y marzo de 2016 sumaron 3.51%, lo que es superior al punto medio del rango meta del Banrep para todo un año, así las cosas si somos optimistas y asumimos un comportamiento similar en la inflación de enero a marzo del 2017, sería necesario que durante los 9 meses restantes solo se causara un 0,5% en inflación para regresar a algo parecido al 4%, nivel con que algunos miembros de la junta del emisor se han comprometido de manera verbal.

Reforma tributaria: La cereza del pastel

Algo que hasta el momento no parece estar dentro de las cuentas del Banrep y del Minhacienda  es el efecto inflacionario que tendrá la reforma tributaria sobre los precios de la economía, ampliar la base gravable del IVA e incrementar el porcentaje del 16% al 19% en algunos productos definitivamente mantendrá los precios presionados al alza; finalmente, de algún lado tiene que salir la plática del presupuesto.

Así las cosas se pueden comenzar a observar tres situaciones: primero que el IPC no regresaría al rango meta en 2017, segundo que los descensos en la tasa de intervención no llegaran tan rápido como algunos pensábamos, y tercero que cuando el emisor termine de hacer cuentas alegres con la inflación, podría considerar una modificación a su rango meta.