RAÚL ÁVILA FORERO

¿Hacia dónde van los trabajos?

La búsqueda de oportunidades laborales tomará un fuerte dinamismo en el corto plazo, ya que para el año 2030 se prevé una extinción de cerca de 2 millones de empleos, dado el mayor nivel de especializaciones y profundización.

Raúl Ávila Forero, Raúl Ávila Forero
3 de julio de 2017

Allí, existen algunos cargos laborales que se verían favorecidos, gracias a la relación que mantienen con los avances en la tecnología y la innovación, y otros puestos que se proyectan a la desaparición en el mediano plazo por su involución y reemplazo sistemático.

Las necesidades empresariales sí que se adaptan constantemente a la realidad del mundo. Esto incluye las características propias del mundo laboral, que marcan nuevas tendencias en las carreras universitarias, técnicas y tecnológicas, y a la importancia de las mismas, sobre todo, las que requieren de la especialización en tareas cada vez más determinantes y estratégicas. Así, se puede pronosticar empleos con más futuro de sobrevivencia, pero también, aquellos que perderán importancia por la volatilidad del mercado en el que se despliegan.

El impacto de la tecnología ha traído consecuencias trascendentales, que han contribuido al deterioro y la evolución en diferentes frentes, por ejemplo, las tiendas departamentales, del espacio físico al virtual; asimismo, se ha fortalecido la demanda en trabajos relacionados con la informática, la genética, e incluso, las finanzas.

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Glassdoor, el portal norteamericano de búsquedas laborales, se tomó la tarea de elaborar una lista con los empleos más prometedores y demandados en 2016. La ocupación que tuvo mayor relevancia fue la de analista de datos, especialidad que se encarga del procesamiento de grandes cantidades de información o big data. Adicionalmente, este es uno de los puestos que tienden a ser mejor remunerados en países desarrollados, pues es un cargo clave relacionado al sector servicios. Expertos sectoriales han calculado que esta será la profesión más cotizada dentro de los próximos tres años.

Posteriormente, dentro del ranking de Glassdoor, se encuentran cargos relacionados al desarrollo de tecnología, atención de la salud y puestos financieros. Sin embargo, en épocas recientes ha tomado gran relevancia las carreras de economía e ingeniería, pues ayudan a entender la realidad, desde el entendimiento de los números. Y es que, precisamente, este razonamiento cuantitativo, es uno de los caracteres más valorados dentro de los perfiles laborales que buscan las organizaciones por su capacidad de análisis.

Por su parte, informes del Foro Económico Mundial establecen que, aproximadamente, un 50% de la fuerza laboral en 2020 estará integrada por la generación de los millennials. Aspecto a tener en consideración, pues las tareas de atracción y retención de personal no serán sencillas, y deben someterse a un proceso de reevaluación para atraerles con proyectos y puestos que estimulen su desarrollo profesional.

En acompañamiento al big data, los perfiles informáticos también han tomado un lugar importante dentro de las solicitudes y ofertas laborales. Al encontrarnos en una era marcada profundamente por la tecnología, los cargos especializados en ingeniería informática, innovación y seguridad cibernética, toman protagonismo para gestionar un futuro más sólido, para las compañías que se restringían a estrategias de corto plazo, sin tener en cuenta en entorno tecnológico que les rodeaba.

Otro de los compuestos importantes que tendrán importancia y que, de hecho, nunca han sido desprestigiados, han sido los perfiles de índole comercial. El trato directo con los clientes, y la formulación de la estrategia empresarial con base en las necesidades y expectativas de estos es y seguirá siendo uno de los pilares fundamentales de cualquier compañía.

Infortunadamente, así como se tendrá una mayor demanda de algunos empleos, otros están destinados a desaparecer dentro de los próximos 20 años. Por ejemplo, se estima que se eliminarán todos los trabajos manuales susceptibles de ser reemplazados por una máquina, e incluso, las posiciones intermedias que no brinden un valor agregado a las empresas del futuro. Así, se han formado proyecciones que han manifestado que la tecnología acabaría con más trabajos de lo que puede crear.

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En particular, cargos como técnicos de la industria automotriz, técnicos ferroviarios, operadores de información telefónica, trabajadores de correos, técnicos de procesado fotográfico, operarios textiles, operarios de moldeado de metal y plástico y técnicos de preimpresión verían sus ofertas de trabajo considerablemente limitadas, pues los avances tecnológicos y logísticos pretenden una automatización de varios procesos o, para otros casos, permitirán al mismo usuario la realización de la actividad por su cuenta y a un bajo costo como en el procesamiento fotográfico o técnicas de impresión.

A ello debe agregarse que la limitación del volumen de empleos disponibles también se ve afectado gracias a que aumenta la complejidad que exigen las tareas. Gran parte de los trabajos solicitados son para cargos dependientes y con una baja especialización. Y como el desarrollo de la tecnología tiende a acoplarse en buenos términos a la complejidad que le demandan, se constituye como un potencial competidor del talento humano.

Por ahora, en la región latinoamericana, se pronostican buenos vientos para profesionales en programación de software, asistencia de salud, ingeniería civil y ciencias relacionadas a áreas de agricultura y ganadería. Ello gracias a aspectos como el crecimiento de la expectativa de vida, la participación de las profesiones en el PIB de varios países, y el problema sobre los precios de los alimentos.

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Sin lugar a dudas, el prestigio o desprestigio de diversos cargos laborales tienen una estrecha relación con la importancia de sus áreas en la economía de las naciones. La definición de las orientaciones dependerá, en gran medida, de la especialización del país en determinados sectores en donde, por ahora, lleva la delantera el sector servicios a nivel mundial.