OPINIÓN ONLINE

¿Entrenamos para un despido?

Las empresas deberían entrenar a sus empleados para que gestionen su carrera y les sea más fácil una transición laboral en caso de una reducción de personal.

Maria Gabriela García
23 de agosto de 2016

Muchas veces a los que trabajamos en Gestión Humana, como reclutadores o en selección de personal o simplemente como amigos, nos llega a la bandeja de correo una hoja de vida anexa y un mensaje tipo: “te envío mi hoja de vida por si llegas a saber de algo” pero yo me pregunto ¿qué es algo?

Al que le llega el mensaje ni siquiera sabe qué quiere su amigo o referido, ¿cuáles son sus aspiraciones?, ¿cuál es su experiencia?, ¿en dónde?, ¿en qué tipo de empresa?, ¿qué le gusta y qué no? Y si esto sucede con los conocidos, peor aún si es una hoja de vida en frío y queda archivada en esas bases de datos o en esas plataformas que ahora están de moda en donde las personas aplican pero hay 1.000 postulantes más que han aplicado.

Considero que las empresas deberían formar a las personas para que cuando llegue la hora de un recorte de personal, cambio de jefe, alianzas, fusiones o demás situaciones que pueden ocurrir, no queden éstas a la deriva en cuanto a relaciones construidas y búsqueda de nuevas oportunidades laborales. Claro, la liquidación puede ayudar a sobrellevar el momento, pero el tiempo que puede tardar la nueva búsqueda dependerá mucho de que el empleado haya gestionado su carrera con antelación. Si bien algunas empresas, no todas, contratan firmas especializadas en la transición de carrera para que ayuden a las personas con metodologías y procesos para esa nueva etapa, sería bueno que no esperen hasta el momento de una salida para hacer este tipo de gestión, sino que desde antes incluyan estos programas como parte de la responsabilidad social con sus propios empleados.

No solo basta con tener programas de bienestar y/o felicidad entre otros, también es clave, adicionar a lo anterior, el acceso a programas sobre cómo tener una buena organización en la vida financiera, porque imaginémonos a una persona que se enfrenta a un proceso de salida y tiene deudas que superan la indemnización, lo que ocurrirá es que el proceso de transición será un calvario tanto para la persona como para la familia.

Es de suma importancia que las empresas empiecen a pensar en no solo entrenar a sus empleados para que estén bien dentro de la compañía sino también para que enfrenten de forma adecuada un proceso de transición cuando estén afuera, que no se vea como si a la empresa solo le importan sus empleados cuando están dentro de la organización y una vez pongan un pie afuera, lo que pase después no importa, la consciencia empresarial debería extenderse más allá de entregar una indemnización a un proceso en donde realmente los colaboradores sientan que son valiosos como personas de manera integral.