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Las enseñanzas de liderazgo de Tom Brady en el Super Bowl

"Cada juego está compuesto de dos partes, un juego exterior y un juego interior. El primero se juega contra oponentes, y está lleno de un montón de consejos contradictorios; el segundo se juega dentro de la mente del jugador, y sus principales obstáculos son la duda y la ansiedad.” – Tim Gallwey

Pablo Londoño
9 de febrero de 2017

Hay espectáculos imperdibles; el Superbowl es uno de ellos. Lejos de ser un experto en el tema, he logrado no solo entender la dinámica de su juego que encuentro cada vez más interesante (es un ajedrez en vivo), sino que además admiro la dinámica que se teje a su alrededor: el super tazón encarna la americanidad (si cabe la palabra) en su máxima expresión.

Es después de la final de futbol de la FIFA el espectáculo más visto del mundo con 110MM de espectadores en 170 países fuera de los 76.000 que atienden al estadio. Es el día por excelencia para fanáticos y amigos que ese día se gastan US$227MM en papas fritas,US$13MM en bandejas de vegetales,US$10MM en salsas, 104MM de libras de aguacate, 11MM de pedazos de pizza, US$89MM en palomitas de maíz, US$58MM en sanduches sin contar el consumo de 1,33 billones de alitas de pollo y de acuerdo con Nielsen de US$594MM en cerveza, whiskey, vodka y demás bebidas espirituosas que dejaron a 1MM de fanáticos enguayabados y sin ir al trabajo el día lunes.

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Las marcas más pudientes sin excepción enfilan todos sus esfuerzos de mercadeo en la producción de comerciales espectaculares por los que pagan US$5MM por pauta de 30 segundos (US$380MM en total), y el espectáculo del medio tiempo, que este año estuvo a cargo de Lady Gaga que cobro otros US$10MM por 12 minutos, está a la altura de los mejores shows musicales del mundo (miren el baile de drones de colores al principio, es impresionante).

Es sin lugar a dudas la máxima expresión de lo que los norteamericanos son, tal vez de lo mejor de ellos: esfuerzo, disciplina, planeación, orden, grandeza, espectáculo, riqueza. Eso sin contar con que sin lugar a dudas tuvimos la fortuna de ver la mejor final desde hace mucho tiempo con un resultado que en la primera mitad dejaba un  21 a 3 en contra de los patriotas, que se amplió a 28-3 en el tercer cuarto que puso a muchos a apagar su televisión, para un último cuarto de infarto que nos llevó al extra tiempo en donde finalmente se imponen los de Brady por 34-28: ¡Sin palabras!.

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Al margen del juego, que nos dejó a todos con la boca abierta, me di a la tarea de estudiar lo dicho por los expertos frente a  las calidades de liderazgo de quien hoy pasa a ser el mariscal de campo más triunfador de la historia del futbol americano con cinco títulos. Tom Brady dio el domingo una cátedra de liderazgo que deja sin duda enseñanzas profundas frente a nuestros equipos sobre todo en momentos de crisis:

  • Sea un modelo a seguir: Brady encarna los mejores valores de los patriotas: Pasión, disciplina, responsabilidad, auto crítica y trabajo duro. Es simplemente el más humilde de los trabajadores.
  • Mantenga la calma: Brady fue conocido en sus inicios por su temperamento explosivo y una emocionalidad a flor de piel que dejaba tendido en el terreno a más de un compañero. Hoy, consciente de que su estado emocional está siendo monitoreado a cada minuto por propios y extraños, ha aprendido a manejar su temperamento proyectando siempre una imagen de tranquilidad que se irradia.
  • Mantenga la confianza: Brady es reconocido por su capacidad para recuperar partidos casi perdidos. El del Domingo, tal vez, su mejor ejemplo de que tanto el como su equipo tienen con que reponerse. La confianza es algo que se proyecta y se contagia, pero es responsabilidad del líder contener la confianza del equipo.
  • Estudie a su competidor: Brady emplea horas de estudio previo a cada partido y repasa, incluso dentro del campo, cada una de las jugadas. Las jugadas son medidas, planeadas, repasadas una y otra vez. La perfección operacional es simplemente producto del estudio y la planeación al detalle. Siempre abra espacio para la improvisación y el talento individual, para nada reemplaza la planeación y repetición que determina la excelencia en la ejecución.
  • Asuma toda la responsabilidad: Su liderazgo es humilde. Reconoce sin problema los errores propios y asume total responsabilidad por las acciones de su equipo. La derrota es suya, el triunfo,…de todos.
  • Reto diario: Si bien el partido es el momento de la verdad, su esquema motivacional es constante y exigente. No pasa un solo día en que esté motivando a su equipo a cumplir su propósito y retando a cada cual para dar lo mejor de sí a diario. Conoce a la perfección a cada miembro del equipo y sabe que llegar a su potencial implica el estímulo permanente.
  • Comunicación: Brady es reconocido por su capacidad para anticipar los movimientos de su enemigo de manera instintiva. En su capacidad para comunicarlos a su equipo permitiéndoles rehacer jugadas y adaptarse con agilidad radica gran parte de su poder como grupo.
  • Descanso y recuperación: Brady ha dado el espacio adecuado a recuperarse de las lesiones y de las derrotas. Un líder que no esté al 100% de su capacidad física o emocional lo único que hace es trasladarle sus falencias a su equipo.