OPINIÓN ONLINE

Anywhere at anytime

El síndrome de “anywhere at anytime” quiere decir que en posiciones de más alto nivel y responsabilidad el tema de “horario de trabajo” no existe, a cualquier hora pueden estar respondiendo mails, resolviendo problemas y haciendo llamadas.

Claudia Varela
20 de marzo de 2016

Hace poco estuve investigando sobre los techos de cristal en nuestras organizaciones en Latinoamérica. Aparecen varias razones dentro de las cuales está por supuesto  la cultura machista que no ve mal que los hombres trabajen de manera desaforada incluso los fines de semana, pero no tiene en cuenta que normalmente para que ellos puedan hacer esto deben tener una mujer que los ayude a tener todo listo en casa y a cuidar los niños.

Entendí entonces que la cultura muchas veces nos pone el techo de cristal desde niñas. Las mujeres nos sentimos culpables si tenemos que trabajar tanto, tener horarios diferentes o viajar en caso de que se requiera. Pero si los hombres lo hacen no habría problema.

Es por esto que uno de los techos de cristal más recurrente es el síndrome de “anywhere at anytime” esto quiere decir que en posiciones de más alto nivel y responsabilidad el tema de “horario de trabajo” no existe, a cualquier hora pueden estar respondiendo mails, resolviendo problemas y haciendo llamadas; las reuniones no tienen horario y tu día puede comenzar a cualquier hora sin saber a qué hora termina. Por supuesto, esto para las mujeres casadas y con hijos es tristemente inmanejable y socialmente muy mal visto.

Pensando mejor entendí que esto no debería ser un tema de género. Es decir, el “anywhere at anytime” señores y señoras no lo van a aguantar las generaciones que vienen detrás (los millennials no y los zed menos) sin importar su género. Y  entre otras cosas me parece fabuloso que no lo aguanten. Creo que a veces nos excedemos en el manejo del tiempo, en los requerimientos que hacemos a nuestros ejecutivos y tal vez en la falta de planeación que a veces hace la vida más difícil.

Pero dando una lectura diferente al tema, una lectura más de corto plazo, no puede ser posible que las mujeres que quieran avanzar no puedan hacerlo por el temor a no tener suficiente tiempo para sus familias por causa del trabajo. Lo peor sería además que haya temor a ser juzgadas como malas madres y/o esposas.

Esta no puede ser una barrera para las mujeres. Ojalá que todas las que quieran crecer en sus carreras sepan encontrar un buen balance y un buen socio que las acompañe en el camino de la vida. Los hijos no son solo de las madres son de ambos…las responsabilidades de la casa también son compartidas. Si entendemos esto correctamente tanto hombres como mujeres en nuestras casas vamos a empezar a romper esta barrera, no habrá techo para nuestras hijas…aleluya!

Pero nos queda un eslabón muy importante. En las organizaciones tenemos que empezar a comprender bien que el compromiso no se mide por horas de trabajo como en una planta. La productividad de nuestros equipos se logra a través de un compromiso diferente, de líderes que inspiren, que sean ejemplo y que realmente crean en una vida balanceada.

Los líderes organizacionales que pertenecen a la generación X donde el compromiso es extremo con la empresa, no hay casi horas libres y el monotema es el trabajo, tienen que cambiar. No somos lo que hacemos; eso es parte de nuestra vida, pero nuestro trabajo y nuestras carreras son un pedazo de nuestra existencia (para unos más importante para otros menos, da igual) pero no es lo único que nos identifica.

Tenemos que propender por romper las barreras y los techos de cristal que incluso, sin importar género nos imponemos. Y en el caso del “anywhere at anytime” debemos saber que si somos socios en la casa hay que entender  lo que hace y quiere hacer nuestra pareja para apoyarle.  Y en el caso de las organizaciones  hay que poner límites para que la gente pueda ser más eficiente y productiva con una vida balanceada. Si empezamos a cambiar estas variables vamos a quebrar un techo de cristal para muchas mujeres que a veces se auto castigan y no siguen con sus carreras aunque tengan todo el potencial.