OPINIÓN ONLINE

El poder de la lingüística en el liderazgo

Estos son los 3 procesos lingüísticos que muestran cómo hacemos uso de nuestro lenguaje y la manera correcta como los grandes líderes usan el lenguaje.

Andrés Cadena
10 de marzo de 2016

“Comunicación enriquecida = Liderazgo enriquecido”

Todos los seres humanos nos comunicamos normalmente en forma general, no expresamos de forma específica lo que queremos decir, razón por la cual un líder que busque lograr resultados extraordinarios deberá desarrollar la habilidad de hacer preguntas de puntualización que le permitan acercarse a la experiencia interna de sus equipos de trabajo y solo así estará en capacidad de persuadirlos.

Así mismo el modelo Neuroemotion nos ha indicado que la comunicación de un líder exitoso está relacionada directamente con la emoción en la que se encuentre ya que la lingüística es una de las tres fuerzas que componen las emociones siendo las otras dos restantes sus pensamientos y su fisiología:

Pensamientos + Filología `+ Lingüística = Emoción

A continuación relacionaré los 3 procesos lingüísticos que nos muestran claramente cómo hacemos uso de nuestro lenguaje y enseñaré de forma clara a través de ejemplos cotidianos  la manera correcta como  los grandes líderes usan el lenguaje:

  1. Los universales
  2. Los no puedo
  3. Los verbos

1. Los universales: generalizaciones

Las afirmaciones universales constan de palabras como: nadie, todos, siempre, nunca, nada.

A continuación algunas frases típicas de las personas utilizando este tipo de palabras:

  1. Siempre me pasa lo mismo”
  2. “Todos los vendedores  son iguales”
  3. “Nadie  me entiende”
  4. “No me parece nada diferente lo que me dice….”

La manera que el líder exitoso tiene para romper con esta restricción de algún integrante de su equipo de trabajo  es usar la propia generalización como pregunta y complementarla  con una frase que busque eliminar la restricción así:

Integrante: “Siempre me pasa lo mismo”

Líder: “¿Siempre? ¿Sin excepción alguna?

Otra forma seria:

Integrante: “Todas las personas son iguales”

Líder: ¿Todos?, ¿Sin excepción alguna?

 

2. Los no puedo / no debo: frenos y limitaciones

¿Se imaginan al líder de una marca reconocida  respondiendo: “no puedo” cuando se le pida que arme la estrategia comercial de la compañía? Si lo hiciera así, no duraría mucho en su cargo.

Cuando una persona dice que no puede hacer algo, ¿qué señal envía al cerebro? Esto mismo sucede cuando una persona maneja diálogo interno y utiliza dicha afirmación: “no puedo”:

Cuando se enfrente  a un “no puedo” de parte de un integrante de su equipo, lo que puede hacer como líder es utilizar preguntas de este tipo:

  1. ¿Qué se lo impide?
  2. ¿Qué sucedería si lo hiciera?

Esta es una pregunta muy poderosa y efectiva. Por si sola le dará   la fuerza necesaria para derribar las barreras que se ha puesto a sí mismo y poder tomar una decisión.

Esta pregunta es muy efectiva ya que sabemos que cuando nos imaginamos una posibilidad, se abre la puerta hacia su realización.

3. Los verbos: “cómo concretamente”

El cerebro necesita saber con exactitud de qué forma o como puede hacer algo y poder actuar con eficacia. Cuando una persona dice “me encuentro preocupado” no sabemos nada en exactitud sobre qué es lo que lo preocupa o cuáles son las causas de la preocupación:

Integrante: “No estoy seguro de hacerlo”

Líder: “¿De qué tendría que estar seguro?”