OPINIÓN ONLINE

El pensamiento de diseño como motor de la innovación

¿Qué es la innovación significativa?, ¿qué es el pensamiento de diseño y cómo puede ayudar a mejorar su empresa?, ¿cómo hacer una introducción exitosa de nuevos productos, servicios y procedimientos al mercado?

Nicolás Vergara
20 de marzo de 2016

Mucho se habla por estos días en Colombia de la necesidad que tienen las empresas de innovar para enfrentar la nueva coyuntura económica.  La innovación se ha convertido en un término obligatorio en cualquier conversación de negocios. En un término confuso y ambiguo que la mayoría no terminamos de entender. En una meta que al parecer debemos perseguir casi como un acto de fe.

Mi idea con esta serie de artículos es ofrecer al lector un enfoque hacia la innovación más simple, más humano, más acorde al contexto de nuestro país y en mi opinión mucho más poderoso. Es lo que hoy se conoce ampliamente como el “design thinking” o pensamiento de diseño, cuya consecuencia la entendemos como la innovación significativa.

¿Qué es la  innovación significativa? Esta parte de una simple y poderosa premisa: ofrecer a los clientes lo que resulta significativo para ellos. Es construir experiencias que estén alineadas con los sueños, los retos y las necesidades de las personas a las que llamamos mercado objetivo. Es hacer el cambio en el paradigma: de procurar vender la oferta actual a quién resulte interesado en comprarla, a comenzar entendiendo profundamente nuestro segmento objetivo, para luego crear promesas de valor enfocadas en mejorar las experiencias de nuestros usuarios (una forma más empática para llamar a los clientes).

Esto resulta significativo para el usuario, ya que se pensó en su beneficio antes de la creación de los productos y servicios.

La premisa es especialmente válida cuando nuestros segmentos de mercado incluyen a las nuevas generaciones, en particular ese misterioso y fascinante grupo de jóvenes al que llamamos “millennials”. Quienes los hemos estudiado sabemos que se trata de una generación de individuos que buscan vivir experiencias únicas y auténticas en cada momento de sus vidas, y para quienes sus métricas de éxito incluyen el bienestar de la comunidad y la preservación del medio ambiente. Que buscan saber quién está detrás de los miles de productos y servicios que tienen a su disposición, y escogen a aquellos que consideran alineados con su forma de ver la vida y de los cuales perciben beneficios a título no sólo personal, sino también colectivo.

El proceso resulta también significativo para la empresa y sus empleados, ya que, buscando brindar experiencias únicas a los usuarios, definen primero un propósito y unos valores particulares de la organización, dando así una razón a su existencia mas allá de la generación de retribuciones económicas. Lo cuál tiene el curioso efecto secundario de derivar en mejores resultados financieros y la garantía de una sostenibilidad de la empresa a través de los años.

Finalmente, se trata de algo profundamente significativo para la sociedad, porque se crea un sentido más humano del consumo, y previene el desperdicio de valor que generan  productos y servicios que no encuentran eco en los mercados internos y especialmente de exportación.

¿Y cómo éste cuento tan fraternal deriva en innovación? Deriva porque está implícito en su misma definición: la introducción exitosa de nuevos productos, servicios y procedimientos al mercado. Suena tan lógico que parece poco sofisticado, pero en su simpleza radica el poder que tiene para convertir a nuestro país en el líder de innovación y emprendimiento de América Latina.

En mi próximo artículo expondré en qué consiste operativamente la metodología del pensamiento de diseño y cómo puede el lector aplicarla en su vida profesional.

Posteriormente, en las siguientes semanas, les presentaré varios resúmenes de nuestros hallazgos sobre las diferentes generaciones en Colombia y sus hábitos de consumo.

Pienso que esto puede ser una gran herramienta para ejecutivos y empresarios (actuales y potenciales) a la hora de construir sus diferentes estrategias de producto y comunicación.