JULIANA SÁNCHEZ TRUJILLO
El modelo de negocio más allá del papel
Diseñar modelos de negocio va más allá de llenar pliegos de papel, es un ejercicio que requiere estrategia.
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Uno de los tipos de innovación que ha demostrado ser más efectivos a la hora de generar retornos de inversión es la reinvención de los modelos de negocio. De allí que metodologías como la Generación de Modelos de Negocio de Osterwalder, también conocida como el Canvas del Modelo de Negocio, haya tomado tanta fuerza en el mundo corporativo y del emprendimiento; y aunque la herramienta es muy buena a la hora de visualizar y replantear los componentes de un negocio, no se puede olvidar que su poder sigue estando en el papel y que es labor de la organización llevarlo a la vida. Por eso, propongo un recorrido por los principales errores que se cometen a la hora de diseñar un modelo de negocio.
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- No tener una propuesta de valor clara: es común que las propuestas de valor, se conviertan en largas listas de productos y servicios. Sin embargo, aquí es muy importante analizar, como su palabra lo dice, ¿cuál es el valor que se entrega al cliente más allá de la oferta? Piense en ese valor en términos de los problemas u obstáculos que resuelve a su cliente, o en los logros que le ayuda a obtener. Un teléfono, por ejemplo, más allá de hacer llamadas sirve para guardar recuerdos, generar conexión y organizar el día a día. ¿Qué es lo que lo hace diferente?
- Apresurarse en la segmentación de los clientes: creer que todo el mundo es su cliente es quizá uno de los peores errores que se pueden cometer en los negocios. Si bien quisiéramos que todos accedieran a nuestra oferta, sí debe existir una diferenciación basada en necesidades, perfil demográfico o cualquier otro factor que se considere relevante para el negocio. Esto va a permitir priorizar esfuerzos y definir estrategias que realmente generen valor para la empresa frente a sus estrategias de mercadeo o relacionamiento. Si usted no entiende quien es su cliente, mucho menos tendrá claro cómo llegar a él de forma efectiva.
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- No validar los resultados: las metodologías ágiles como el Canvas, pretenden pintar el panorama de lo que se desea crear o de lo que está pasando de una forma creativa y rápida. Sin embargo, no se puede olvidar que cuando se hace el ejercicio al interior de la organización, los resultados siempre estarán basados en hipótesis. ¡Nadie sabrá si la propuesta resulta atractiva si no le pregunta a los clientes! Por eso es de vital importancia salir a la calle y validar, validar y validar. De lo contrario, se corre el riesgo de gastar preciados recursos en el desarrollo de ideas que puedan no ser atractivas para el mercado.
En últimas, por más que nos veamos tentados a usar herramientas novedosas para pensar sobre los negocios, no nos podemos dejar llevar por la emoción de llenar pliegos de papel con papelitos de colores. Lo importante es usar la herramienta como punto de conversación que permita visualizar escenarios y tomar decisiones. No existe una herramienta cura todo en los negocios, lo que sirve es lo que decidimos hacer con ella.
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