JULIANA SÁNCHEZ TRUJILLO

El miedo determina la innovación

El miedo genera predisposición frente a la creatividad y afecta los resultados de innovación. ¿Qué tanto miedo se tiene en su organización?

Juliana Sánchez Trujillo, Juliana Sánchez Trujillo
7 de marzo de 2018

La creatividad implica toma de riesgos, lo que genera un abismo entre lo que la gente dice y lo que hace. Si  embargo, existen múltiples bloqueos que hacen que ésta no se haga posible en entornos organizacionales. Entre los más comunes, se encuentran el miedo a la crítica, miedo a equivocarse  o incluso el comunicar las ideas por temor a que se las roben. De hecho, es este mismo miedo el que limita un flujo constante de ideas en las organizaciones, pues aunque estas pueden surgir y seguramente se entiende su potencial beneficio, el reconocer la falta de apoyo o la improbabilidad de que estas se lleven a la realidad se plantea como uno de los principales limitantes a la hora de generar resultados de innovación. Es decir, que cuando no se tiene la confianza de poder desarrollar algo diferente, se afecta la propia confianza creativa, pues el estado emocional individual, afecta el valor que se le da a las ideas.

La originalidad de un producto creativo y su valor,  se juzgan desde el contexto social, por eso, en los procesos de innovación, el input de los evaluadores es igual de importante que el de los creadores; y si los primeros no tienen una mentalidad positiva, abierta al cambio y dispuesta a tomar riesgos, las probabilidades de que la idea muera son bastante altas. Por tanto, para crear culturas de innovación, no basta con que las personas desarrollen su potencial creativo, sino que sus esfuerzos deben ser reconocidos por otros.

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Lo anterior, es validado por una reciente investigación de la Universidad de Seúl, que demostró que cuando la gente se siente motivada a reducir la incertidumbre,  su preferencia por hacer uso de la creatividad aumenta. En el estudio, los participantes se dividieron en tres grupos y se les pedía que vieran un video antes de evaluar un producto creativo. Cada grupo estaba expuesto a un video que evocaba una emoción diferente. La rabia se creó a través de una noticia mostraba un caso de abuso infantil; el miedo se dio a través de un corto de una película de terror; finalmente, la felicidad buscó promoverse a través de un clip de una boda de una película romántica. Seguido de esto se les pedía que evaluaran el grado de creatividad de varios productos, teniendo en cuenta los criterios de: originalidad, innovación, utilidad, funcionalidad, factibilidad, entre otros. Los resultados demostraron que aquellos que estaban expuestos a emociones como el miedo, se encontraban más predispuesto hacia la creatividad, ya que los prejuicios que tienen las personas sobre la creatividad, determinan su capacidad para reconocerla. Por su parte, aquellos expuestos a la rabia o la felicidad tenían una mejor actitud frente a la creatividad.

Si se habla en términos prácticos, esto tiene grandes implicaciones, ya que el estado del clima laboral y la percepción de seguridad psicológica que se sienta en el trabajo, determinarán qué tan dispuestas están las personas a crear y a efectuar cambios duraderos en la organización. Esto en épocas de cambio, no es algo que debamos dar por sentado. ¿Qué tanto se vive el miedo en su lugar de trabajo?

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