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El mayor riesgo para las economías y negocios: el cambio climático

“Más muros, más calentamiento, y menos agua” son los riesgos mundiales más grandes para 2016 identificados por 750 expertos en el Foro Económico Mundial (WEF 2016).

11 de marzo de 2016

El Foro Económico Mundial determinó los principales riesgos que afronta el mundo en términos de impacto. El primero y más urgente es el medioambiental, enfocado a la difícil mitigación y adaptación al cambio climático. El segundo lugar del ranquin lo ocupan las armas de destrucción masiva, seguidas de la escasez de agua, la migración involuntaria a gran escala y las crisis que desatan los severos aumentos del precio de la energía. Se trata de una lista de riesgos inminentes adicionales a los ya conocidos, como la desigualdad de ingresos ni el desempleo y sub-empleo estructural que impactan directamente la inestabilidad social y política de los países.

Una de las crisis climáticas más graves las afrontan las regiones de Tigrar y Afar en Etiopía. La razón: atraviesan una sequía más fuerte que la que en 1984 mató de hambre a un millón de personas, una tragedia que se hizo visible en el ámbito internacional a través del llamado “Usa for Africa” y la canción We are the world, interpretada por Michael Jackson, Tina Turner, Cindy Lauper, Diana Ross y Stevie Wonder. Estimaciones de Naciones Unidas afirman que dicha sequía es la peor de los últimos 50 años y que, si no aumentan las donaciones, 15 millones de personas resultarán afectadas. Esto sucede en un mundo donde los recursos financieros para cooperación internacional escasean cada vez más pues deben competir con solitudes de fondos para países en guerra civil como Siria y Yemen.

El Acuerdo de París ha sido el esfuerzo colectivo más grande firmado hasta hoy en términos climáticos. A través de él, 189 países del mundo, equivalentes al 98% de las emisiones de CO2 globales, acordaron el 13 diciembre 2015, al final de la conferencia de las partes COP21, entregar planes nacionales de acción para contribuir al esfuerzo global de enfrentar el cambio climático, y buscar acelerar la transición hacia actividades económicas bajas en carbono. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCC) y el Protocolo de Kyoto son hasta ahora los dos instrumentos internacionales más importantes en temas ambientales.

Para asegurar la permanencia del acuerdo es necesario que para el 22 de abril del 2016, día oficial de la firma del acuerdo en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, por lo menos 55 países (que equivalgan al 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero) ratifiquen el documento y socialicen las políticas, los instrumentos legales, las metas de reducción de emisiones, los mecanismos de financiación y la adaptación. De la efectividad de este acuerdo mundial depende la traducción del compromiso político en legislación y acciones nacionales y locales. 

La fecha límite del 22 de abril 2016 es crucial pues el acuerdo necesita blindarse del riesgo político en campañas electorales como la estadounidense, donde el cambio climático es visto por el Partido Republicano con escepticismo. Si los republicanos llegan a la Casa Blanca, el compromiso de la administración Obama de reducir al 2025 un 28% de los niveles 2005 correría peligro pese a que este país es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo.

Según lo acordado en el COP21, en el año 2018 se reunirán los representantes de los países para evaluar el progreso y ajustar los planes nacionales. A partir de 2020 los gobiernos de los países que ratifiquen el acuerdo deberán presentar en detalle, cada cinco años, como van a reducir anualmente el uso de petróleo, gas y carbón. Además de esto, los países que estaban clasificados como desarrollados en 1992 tendrán que apoyar financieramente a los países más pobres en el cumplimiento de las metas en relación al clima, ya que se comprometieron a movilizar USD $100 billones anuales a partir del 2020.

El primer país en ratificar el acuerdo de Paris en febrero 2016 fue Fiji, que tiene más de 900.000 habitantes en un archipiélago de más de 300 islas en el pacífico sur. En el mes de febrero de este año el país fue azotado por el ciclón Winston (asociado al fenómeno de El Niño), dejando 42 muertos, y más de 50.000 afectados.