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Ejemplo de la Iglesia Católica frente al estilo de sucesión en la empresa familiar

El pasado mes de febrero, el mundo entero fue testigo de una noticia que posiblemente cambie el rumbo de la historia. De hecho, en Latinoamérica ya podemos percibir los cambios. Opinión de Raúl Serebrenik G.*

Raúl Serebrenik G.
22 de abril de 2013

El Papa Benedicto XVI anunció su retiro como Obispo de Roma para el día 28 de febrero de 2013 a las 20 horas. El Papa Benedicto, en un acto de grandeza y enorme humildad, pero también de estrategia, reconoce que no posee la influencia necesaria para lograr el cambio que desea que tome la Iglesia Católica. Este es un acto de enorme grandeza, como lo describe el profesor John Ward, cuando se refiere a que la verdadera prueba de los patriarcas en la empresa familiar está en entender cuándo debe ser su retiro, para dar pasó a un nuevo aire de renovación.

Aunque ha tomado al mundo por sorpresa, su decisión tuvo que ser profundamente meditada, pues no es para nada usual una renuncia al cargo mas alto de la Iglesia Católica (la última fue hace 600 años), que ha logrado imprimir un mensaje muy claro y contemporáneo a las necesidades de nuestro mundo actual.

Su renuncia pone en tela de juicio la importancia de que un líder, (cualquiera sea la organización que dirija, inclusive un país), realice oportunamente a tiempo su retiro. Lo fundamental que es reconocer cuando ya es el momento y no se posee la vitalidad para liderar un cambio positivo y profundo. En el caso específico de las empresas familiares, el retiro es tal vez la decisión más difícil, especialmente cuando se trata del páter familias.

Sin embargo, el retiro no debe implicar una desvinculación total de la empresa familiar, puesto que puede seguir aportando, bien desde la distancia con consejos y con un gran componentede experiencia, o bien como director de la Junta Directiva, o también en la tarea de enseñar a los miembros de las siguientes generaciones.

En su libro “Empresa Familiar”, el reconocido profesor Ernesto Poza describe en el Capítulo II cómo el investigador Jeffrey Sonnennfeld muestra cóomo los fundadores o directores generales de la empresa dejan el puesto máximo. Esto es lo que se conoce como “estilos de salida” de la empresa familiar.  En primer lugar, los “monarcas” son aquellos fundadores o líderes que se resisten a la sucesión y tienen que ser obligados a retirarse. En general el proceso se hace cuando el fundador en este caso sale de la empresa en posición horizontal.

Luego están los “generales”, que, en la nomenclatura de Sonnenfeld, también son obligados a irse, pero planifican su regreso para reconquistar la gloria pasada como una especie de dictador.

En tercer lugar, los “embajadores”, son aquellos fundadores o líderes que se retiran por su propia voluntad y permanecen como asesores de la empresa familiar.

Finalmente, los “gobernadores”, son aquellos líderes que deciden irse de la empresa familiar porque están deseosos de emprender nuevas actividades. Sin duda, de los cuatro estilos los más beneficiosos para la empresa familiar son primero los “embajadores” y luego los “gobernadores”. Los más perjudiciales para la empresa familiar son los “monarcas” y, peor aún, los “generales”, porque éstos últimos no sólo se resisten a la salida, sino que además suelen regresar.

El tiempo que tarde el traspaso del bastón de mando depende mucho del estilo de salida del fundador o líder actual. Los “embajadores” y “gobernadores” suelen entregar pronto el bastón de mando. Los “monarcas” y “generales” suelen entregarlo muy tarde y, a veces, nunca.

En el libro, el Profesor Poza menciona otros dos estilos, el “inventor”, quien es una persona inquieta y que le gusta constantemente estar creando y desarrollando ideas y que no tiene mayor problema en soltar las riendas cuando ve que hay una persona apta para el cargo y éel sigue su camino creando o trabajando en otra empresa; y el último caso es el del “zar”, quien de alguna manera se retira del cargo en el día a día, pero sigue siendo el poder detrás del trono. Este caso es muy usual cuando la empresa familiar es una transnacional o un conglomerado de empresas.

Siento que Benedicto XVI ha sido un gran “embajador”, que no sólo ha cumplido con creces la misión que se ha trazado, sino que también estará al servicio de su sucesor Francisco I para lo que éste necesite. Esto es una gran muestra de humildad acompañada de una gran dosis de inteligencia emocional.

Por su lado, el mensaje que se comienza a escuchar del Papa “Latino”, no podría tener un mensaje más positivo y entusiasta de los próximos cambios que se avecinan en nuestro continente.

Celebramos con gran júbilo esta elección tan significativa, del cual estoy más que seguro que traerá consigo un ambiente de mucho entusiasmoy esperanza en épocas tan complicadas,que, que de seguro aportaran a la renovación, digno ejemplo de ser imitado sobretodo por las empresas familiares en nuestro continente.

*rauls@fcwpc.com
Asesor de legados y patrimonios familiares
Autor del Libro: Dinastías Familiares, Legado y Riqueza